Bobby Cox y leyendas de los Bravos reviven gloria en emotivo homenaje

Bobby Cox, el mítico manager que llevó a Atlanta a lo más alto en 1995, recibió una ovación que resonó en cada rincón del estadio. A sus 84 años, el miembro del Salón de la Fama saludó desde un convertible durante un desfile que hizo vibrar a la fanaticada. No estuvo solo. Junto a él, tres pilares de aquel equipo campeón: "Maddux, Glavine y Smoltz no son solo nombres en un roster, son parte del alma de este club", comentó un asistente mientras los lanzadores saludaban a la multitud.
La ceremonia tuvo detalles que conmovieron hasta a los más veteranos. Cuando el altavoz presentó a Cox como "el querido piloto del equipo que nos dio gloria", el estratega se tocó el pecho con gesto agradecido. Desde un palco de lujo, rodeado de familiares, observó cómo sus antiguos discípulos lanzaban las primeras pelotas del juego.
Brian Snitker, actual manager de los Bravos y sucesor espiritual de Cox, reveló un dato íntimo: "Visito a Bobby en cada serie en casa. Aunque ya no habla mucho, sus ojos brillan cuando llegan los viejos compañeros". Una muestra de que algunos lazos trascienden las victorias y las derrotas.
El homenaje no fue casual. Cox superó un derrame cerebral en 2019, y cada aparición pública suya desde entonces se vive como un regalo. Su legado incluye cuatro premios como Manager del Año, un número retirado (#6) y, sobre todo, el respeto unánime de quienes saben que el béisbol se escribe con letras mayúsculas.