Lions de Detroit pierden chispa ofensiva en debut sin Ben Johnson

2 puntos por juego, apenas pudo anotar un touchdown en los últimos 55 segundos del partido ante los Packers de Green Bay. La derrota 27-13 expuso una realidad incómoda: sin Johnson, la máquina ofensiva parece haber perdido su chispa.

"Nunca realmente entramos en ritmo", admitió Dan Campbell, entrenador en jefe de los Lions. La frase resuena como un eco de lo visto en el campo. Con John Morton, exasistente ofensivo de Detroit y ahora coordinador, al mando, el equipo lució desconectado. Jared Goff, el quarterback estrella, completó 31 pases para 225 yardas, pero solo uno superó las 20 yardas: una recepción de 32 yardas de Sam LaPorta en el tercer cuarto.

Los números hablan por sí solos:

• 44 yardas terrestres combinadas entre David Montgomery y Jahmyr Gibbs, quienes el año pasado sumaron 2,187 yardas.
• 4 recepciones para 45 yardas de Amon-Ra St. Brown, lejos de su nivel All-Pro.
• 0 touchdowns hasta el minuto final, cuando el partido ya estaba decidido.

Los cambios en la línea ofensiva tampoco ayudaron. Con Taylor Decker y Penei Sewell en nuevos roles, y sin el centro Frank Ragnow (retirado tras cuatro Pro Bowls), la protección a Goff fue irregular. "Ni siquiera cerca de ser lo suficientemente bueno", reconoció el quarterback. La urgencia por mejorar es clara, pero Goff insiste en que "podemos ser geniales ahora mismo".

St. Brown evitó culpar directamente a los movimientos de pretemporada. "Fue una combinación de muchas cosas", dijo, mencionando errores no forzados y oportunidades desperdiciadas. Detroit llegó tres veces a zona roja, pero solo consiguió seis puntos. Un detalle que duele: en 2023, los Lions eran letales en esas situaciones.

El próximo domingo frente a los Buccaneers será otra prueba. Si la ofensiva no despierta, las preguntas sobre la salida de Johnson crecerán. Por ahora, Detroit sabe que tiene un problema. Y que el tiempo para resolverlo se agota.

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