Europa domina la Ryder Cup con final electrizante en Bethpage

Shane Lowry, el irlandés que soportó el hostigamiento constante de los aficionados neoyorquinos durante toda la semana, emergió como figura clave. "Tengo la oportunidad de hacer la cosa más genial de mi vida", le confesó a su caddie al aproximarse al hoyo 18. Su putt de seis pies para birdie no solo empató su partido contra Russell Henley, sino que aseguró el punto 14 que Europa necesitaba para retener el trofeo.
Los números revelan una hegemonía aplastante:
Los estadounidenses, necesitando 9½ puntos de 12 posibles el domingo, mostraron una remontada histórica que incluyó la mayor recuperación dominical jamás vista en la Ryder. Por primera vez en días, los vítores para Team USA opacaron los abucheos contra Europa. Pero como tantas veces antes, el Viejo Continente supo resistir la embestida final.
Mientras el equipo europeo celebraba con champán, quedaban tres partidos pendientes en el campo. Resultados intrascendentes para el marcador general, pero reveladores del espíritu combativo que convirtió esta edición en una de las más memorables de la historia reciente.