McIlroy denuncia abuso en la Copa Ryder: 'El golf merece más respeto'
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René Cardenas"Lo que sucedió aquí esta semana no es aceptable", declaró el norirlandés tras ayudar a Europa a llevarse la victoria con un récord de 3-1-1. Pero más allá de los números, su voz resonó como un llamado de atención sobre el comportamiento de ciertos espectadores, que cruzaron la línea entre la pasión y el abuso.
Los detalles del acoso que enfrentó McIlroy fueron escalando:
- Insultos personales, desde burlas por su estatura hasta comentarios sobre su vida privada.
- Gritos intencionales durante sus golpes, buscando desconcentrarlo.
- Un incidente donde un vaso de cerveza fue lanzado contra su esposa, Erica McIlroy.
El capitán europeo, Luke Donald, había preparado a su equipo para el ruido con gafas de realidad virtual, pero nada los preparó para la vulgaridad. McIlroy, conocido por su temperamento sereno, esta vez respondió: desde pedir silencio antes de un putt crucial hasta replicar con ironía a quienes cuestionaban su talento: "Soy muy bueno. Realmente bueno".
La victoria europea, con un marcador final de 15-13, quedó opacada por la reflexión que McIlroy compartió en la conferencia de prensa: "El golf debería mantenerse a un estándar más alto. Este deporte enseña respeto, etiqueta, y esta semana no siempre lo vimos". Aunque reconoció que la mayoría de los asistentes eran aficionados genuinos, fue claro al señalar que una minoría arruinó la experiencia.
Con la próxima Copa Ryder en Irlanda (2027), McIlroy dejó una advertencia: "Les diremos a nuestros fanáticos que lo ocurrido aquí no es aceptable. Que vengan a apoyar, pero con respeto". Una declaración que, más que un cierre, parece el inicio de un debate necesario en el mundo del golf.
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