México, DF
Tras revisar todas las pruebas, la nueva encargada del caso en el tribunal forense llega a resolución.
La nueva investigación judicial sobre la muerte de Amy Winehouse en 2011 celebrada este martes en Londres confirmó que la joven cantante británica falleció de forma accidental tras ingerir una gran cantidad de alcohol.
La investigación tuvo que repetirse después de la dimisión de la juez forense que presidió la primera vista en octubre de 2011 por carecer de las calificaciones necesarias para ejercer el cargo en el Reino Unido.
Tras revisar todas las pruebas, la nueva encargada del caso en el tribunal forense de St Pancras, Shirley Radcliffe, dijo que la ‘diva trash del soul’ murió de “intoxicación etílica”, agregando que la cantidad de alcohol que tenía en el organismo estaba “comunmente asociado a muerte”.
Durante la audiencia de este martes se recordó que Winehouse tenía 416 miligramos de alcohol por decilitro de sangre, una tasa de alcoholemia cinco veces superior a la permitida para conducir en el Reino Unido, que es de 80 mg.
Winehouse fue hallada muerta el 23 de julio de 2011 en su domicilio del barrio londinense de Camden, donde la policía encontró tres botellas de vodka.
La autopsia, realizada dos días después, no pudo establecer formalmente las causas del deceso pero unos exámenes toxicológicos posteriores revelaron en agosto la presencia de alcohol, aunque no de drogas.