Cannes, Fra.
El director de la película mexicana, Amat Escalante fue sorprendido por el juzgado del festival que no se dejó asombrar ante las escenas de violencia de esa historia.
La cinta Heli le otorgó el codiciado premio a mejor director a Amat Escalante en Cannes, Francia, y lo mejor de todo es que, sinceramente, él no estaba esperando ganar nada.
“Es la primera vez que estoy en la competencia. No lo pude creer desde que nos invitaron a los premios y éste que recibí me tomó por sorpresa. Yo pensé que me iba a parar inmediatamente, al principio del evento, pero no”, reveló con incredulidad el mexicano, a unas horas de su premiación.
Amat en su manera humilde de ser, aceptó que no esperaba recibir el premio y que el jurado fue valiente porque no se dejaron afectar, -como muchos otros críticos-, por la violencia que mostraba el filme Heli.
“Ellos vieron más allá de esos aspectos violentos, por eso siento que tomaron con valor esa decisión”, aclaró Escalante y agregó.
“El que me hayan dado el premio a mejor director por un jurado presidido por Steven Spielberg y con Cristian Mungu, ganador de la Palma de oro ha sido muy alentador, emocionante y bello”, señaló orgulloso Amat.
Su cinta filmada en Guanajuato en su tratamiento habla sobre los estragos del narcotráfico y la corrupción en México.
“Decidí filmar para transmitir en imágenes y sonido lo que yo sentía de esos temas, que son lo que yo veo en mi país y que afectan a tantas personas, traté de reflejar lo que me rodeaba”, subrayó, y añadió.
“Mi mensaje fue decir que sí estamos acostumbrándonos a la violencia pero ahí está el peligro, tenemos que rechazarla así como muchas personas aquí en Cannes que vio la película rechazó la violencia que vieron y se espantaron. Creo que recuperar esa capacidad de asombro es lo que nos falta nuevamente en México”, analizó y dijo.
Conseguir un premio así, es como una palmada en la espalda para Amat Escalante. “Yo pienso que no me envanecerá porque tengo la autoestima bastante baja y todo este tipo de cosas no es tan fácil que me la suba, incluso este premio”.
Ahora que el teléfono de Amat no cesa de sonar y todo el mundo lo va a buscar, a él esta situación no le genera ningún conflicto.
Para celebrar en Cannes, Francia, la familia y amigos del mexicano se llevaron de contrabando unos jarritos de mezcal para hacer un brindis en su honor.
“Lo que traté de mostrar fue una violencia que no fuera del tipo morbosa necesariamente, fue más una catarsis humana con mucha profundidad y que necesita ser explorada. Nunca espero nada, la primera vez que vio el público Heli me sorprendí porque vi que la película se transforma, lo que yo pensé que estaba haciendo era otra cosa. Me tardé cinco años en hacer esta película, fue un proceso largo y doloroso en muchas formas, y ahora fui recompensado con este premio en el festival más prestigiado del mundo, es un gran logro para mí, personalmente”, relató y previó.