México, DF.
La cantante dijo que muchas veces sueña que se cae en el escenario.
Todos los días sueño que algo pasa”, dice una Paty Cantú que está nerviosa y al mismo tiempo emocionada por presentarse por primera vez en solitario en el Auditorio Nacional.
“Un día soñé que salía y no había nadie, otro día que me caía, otro que se me olvidaba presentar a uno de mis invitados, me quedé estresada, y otro que estaban unos personajes de una novela y no entendía qué estaba pasando”.
Con un camino musical que comenzó en el dueto Lu para después convertirse en solista con dos materiales discográficos en los cuales plasmó una mala etapa de su vida con el amor, ahora Cantú opta por reírse de sus problemas y confiar en el reconocimiento y no en la fama.
“Creo que el reconocimiento debe ser una consecuencia del éxito, yo no creo en la fama por la fama en sí. Para mí es un honor cuando salgo de un restaurante, bajo de un escenario y alguien me reconoce y me sonríe o me habla; me da mucha emoción porque significa que hay alguien allá afuera que no me deja sola y que también ha vivido cosas parecidas”, cuenta Cantú.
Y explica así esa emoción: “Significa que mi trabajo está llegando a muchos corazones y es algo que valoro, aprecio, agradezco y no lo doy por hecho jamás”.
Aunque a consecuencia de su trabajo se ha perdido reuniones, cumpleaños, bodas y fiestas con sus amigos, Paty Cantú lo recompensa con la posibilidad de compartir sus canciones con mucha gente en México y otros países que ha conocido gracias a la música.
Una mujer con pantalones
Cantú sabe que ha evolucionado más cuando ha dejado que las cosas fluyan de forma natural, siendo honesta, positiva, agradecida y haciendo caso a sus sentimientos.
Ahora escucha más géneros para fusionar estilos y así aprende de los demás.
“Lo único que ha cambiado es que me ha hecho una persona mucho más agradecida y consciente, trato de dar un ejemplo positivo.