México, DF
Andrés Calamaro se considera más un bohemio que un especialista en la canción romántica. El espíritu aventurero del rockero argentino le ha dado la libertad de divertirse, equivocarse y redimirse, sin prescindir de las sensaciones que le dicta el corazón.
“Un especialista en la canción romántica tendría que ser capaz de escribir canciones de amor y desamor sin estar enamorado, pero de momento no puedo jactarme de tanto. Un bohemio, en cambio, puede ser capaz de salir de su propio laberinto de pasiones o de sombras, según sea el caso”, dijo Calamaro el viernes, durante una rueda de prensa realizada en la Ciudad de México donde ofreció detalles de su gira “Bohemio 2013” que este fin de semana llegará al país.
Precisamente “Bohemio” es el título que el cantautor ha elegido para su nuevo trabajo discográfico, que será lanzado en septiembre próximo, y al que definió como “un disco con una alta dosis de rock and roll” que permite al escucha ser testigo del “apogeo y la caída” del bohemio que el músico argentino lleva dentro.
“En mi álbum muestro al bohemio tóxico, al que gusta de la tauromaquia, al que prefiere la mañana para dormir”, dijo Calamaro. “Las diez canciones que componen el álbum llevan al bohemio que habita en mi por todas las etapas, aunque sinceramente prefiero quedarme con la redención, en donde, para la última canción del disco, sufro una especie de exorcismo que luego me permite ser el mismo tipo de siempre”.
El Salmón, como también se le conoce al músico, explicó que para él la palabra bohemia puede tener diferentes significados: “La bohemia bien entendida podría ser la última trinchera moral o política. Luego vienen las prácticas de rock and roll y bohemia, las cuales son muy peligrosas porque en la mayoría de los casos no llegas a cumplir los 28 años. Yo supongo que morir a los 27 años es el resultado de una sobredosis de bohemia”, agregó el porteño haciendo alusión a rockeros legendarios como Janis Joplin, Jim Morrison y Jimi Hendrix, fallecidos todos a los 27 años por sobredosis de drogas.
“Supongo que, para mí, un poco de bohemia por día está bien; en mi caso, podría denominarla bohemia contemporánea o narcobohemia”, señaló el rockero, famoso por sus declaraciones polémicas.
El ganador de un Latin Grammy en 2008 ha sido objeto de crítica en diversas ocasiones por sus comentarios relacionados con el consumo de drogas. En 1994, durante un concierto realizado en Argentina, el expresó ante 100.000 asistentes que era la noche ideal para fumarse un “porrito” (cigarro de mariguana). Quince años después, en un acto público convocado para la presentación de un libro, Calamaro fumó un cigarrillo de marihuana frente el público.
En tono bromista, Calamaro también dijo que, su visita a Monterrey (ciudad al norte de México, donde el sábado ofrecerá un concierto), le avivaba su fantasía de cruzar la frontera con Texas para comprar un arma AK-47 dorada.
“Me gustan las armas, las corridas de toros, ver fútbol por TV, el aceite de oliva, el sexo antes del matrimonio. ¡Lo normal que gusta a toda la gente! Estoy a favor de todo eso, supongo que es la libertad de elegir qué es lo que quieres para tu cuerpo, para ti mismo, o sea, elijo el libro que quiero leer, lo que voy a beber, lo que voy a fumar y la corrida de toros que quiero ver”, apuntó el autor de temas como “Flaca” y “Alta Suciedad”.
“Bohemio” fue coproducido por Calamaro y Cachorro López, quien fuera su compañero en la extinta agrupación Los Abuelos de la Nada. Se grabó en marzo de este año en la capital argentina con la participación de los músicos que acompañan a El Salmón en su gira “Bohemio 2013”, los guitarristas Baltasar Comotto y Julián Kanevsky, el tecladista Germán Wiedemer, el bajista Mariano Domínguez y el baterista Sergio Verdinelli.
“Un disco de Cachorro López puede considerarse ya un disco de autor. Él (Cachorro) es mi compañero, mi cómplice, mi compadre.