México, DF
Tuvieron que pasar 12 años para que el actor Eugenio Derbez pudiera concluir su ópera prima, no tenía presupuesto y los inversionistas no querían apostar por el proyecto, sin embargo, tras su estreno en Estados Unidos, “No se aceptan devoluciones” llega a salas mexicanas con mil 500 copias.
Las expectativas son muy altas, aseguró Derbez, quien dijo que lo que ocurrió en Estados Unidos le llegó por sorpresa, así que no desea especular con lo que pasará en México, “pero creo que es una película que tiene los elementos para soportar ese número de copias”.
En declaraciones a los medios, el actor aseguró que al ser una película que desde un inicio estuvo pensada para el público de todo el continente americano, confía en que sea seleccionada para representar a México en premios como el Oscar, de Estados Unidos, o los Goya, en España.
“Creemos que es una historia hermosa de amor entre un padre y una hija, donde también mostramos a un México que es digno de ser visto por la comunidad internacional. Hasta ahorita nos está representando muy bien en el extranjero y haría un buen papel en el Oscar y el Goya”, manifestó.
El trayecto no fue nada fácil para Eugenio Derbez, pues tuvo que luchar con el estigma de ser un actor de comedia para televisión, “me costó mucho trabajo entrar al cine, el primer día en el set fue horrible, porque decían que ya había llegado ‘Ludovico Peluche’ a querer hacer cine”.
Aunque fue complicado, Derbez señaló que con esta película rompe el mito de que existe una barrera entre la televisión y el cine, “esto no es cierto, creo que hay mucha gente valiosa en televisión que puede hacer cine y viceversa, creo que hay buenos y malos actores, pero eso no tiene que ver el formato para el que trabaje”.
De muy buen humor y visiblemente orgulloso de su filme, Derbez apuntó que no considera que sea un parteaguas para el cine mexicano en Estados Unidos, “yo hice esta película con todo el corazón, y como yo quise, quería hacer cosas distintas, que tuviera muchos tipos de humor para compartirlo con el público de distintos países”.
Además, dijo, “No se aceptan devoluciones” es una especie de homenaje al cine mexicano, por ello invitó a la actriz Arcelia Ramírez e incluyó a personajes como “Lola la Trailera”, o la imagen de “La india María”.
En su oportunidad, la productora Mónica Lozano indicó que el filme siempre estuvo pensado para el público de todo el continente americano, “es un proyecto bicultural, porque a Eugenio lo quiere mucho el público latino y eso se vio reflejado en el éxito que está teniendo la película en Estados Unidos”.
Indicó que “No se aceptan devoluciones” tuvo un costo superior a cualquier película mexicana, porque fueron varias semanas de rodaje, incluyó un “casting” mexicano y estadunidense, así como niños, animales, efectos especiales, además de locaciones en México y Estados Unidos.
“Nos costó mucho trabajo convencer a los inversionistas, sobre todo porque siempre tuvimos claro que era la ópera prima de Eugenio Derbez y que no íbamos a sacrificar ninguno de los elementos creativos y de la concepción original de la película”, apuntó.