Londres, ing
El cantante lanza mañana The Last Ship, un disco con temas que serán parte de la obra.
El nuevo disco que Sting publica mañana es un musical:The Last Ship, centrado en los armadores de su ciudad, Newcastle. Un año antes del estreno previsto en Broadway, las canciones se pueden escuchar cantadas por el propio Sting, de 61 años. Se trata de su primera colección de canciones desde hace diez años.
En los últimos años al cantante tan sólo se le había escuchado tocar con un laúd música del Medievo en un disco que grabó con canciones antiguas relacionadas con el invierno.
Tras Sacred Love, que publicó en la segunda mitad de 2003, el cantante se dio cuenta de que ya no tenía ganas de ser el mismo Sting que hasta ahora, según admitió en entrevistas recientes.
Desapareció el “ferviente deseo de plasmar cosas en papel”, dijo en declaraciones a The New York Times. Encontraba fatigoso todo ese “narcisismo, las confesiones y las obsesiones con uno mismo”, que forman parte de la escritura de canciones.
Además de investigar música antigua y hacer vino en sus viñedos de la Toscana, el cantante volvió a salir de gira con su resucitada banda The Police y actuó en solitario, pero las canciones nuevas no salían. Hasta que un día topó con una noticia sobre unos trabajadores de unos astilleros polacos que quisieron ocupar su fábrica para que no cerrara.
Esta historia le conmovió. Sting creció en la pequeña localidad de Wallsend y uno de sus primeros recuerdos de infancia son los gigantescos barcos que se construían.