IMFOCULTA lamenta muerte de Alma Muriel
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El diario de Sonora
el 06/01/2014 12:00 AM, Sección Espectáculos
Última edición 01/05/2024 10:35 PM.
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Nogales
Manda sus condolencias a los familiares de la actriz fallecida a los 62 años.
Cuando tejen las arañas suceden como seda las arterías delgadísimas, puentes turbulentos bajo el manto gelatina de concreto. Falleció Alma Muriel, mujer pequeña de belleza lúbrica. Una de las mejores actrices mexicanas del siglo pasado, muchas fueron las obras cinematográficas en las cuales su presencia suscitó el misterio de un deseo contenido, confiado a la exhalación paulatina del aliento entrecortado.
Cuando tejen las arañas vuelve el tiempo adolescente, oculto en la penumbra de un vestíbulo vacío, pupilas asombradas ante la mirada que atraviesa la pantalla diminuta. Conducido por la imaginación atinada de Roberto Gavaldón, así como de otros reconocidos Directores mexicanos, fui testigo extemporáneo de un cine hundido, para mi generación al menos, en la incomprensión o en el olvido. Ahí, en aquellas imágenes clandestinas, logré conseguir la perturbación de espíritu indispensable para conjurar el monstruoso tedio de la rutina familiar transfronteriza.
En muchas de ellas, sombra proyectada más allá de la insinuación por sus caderas afiladas, aparecían personajes femeninos complejos en sus excesos mentales, intempestivos por sus complejos del sexo. Yo, simultáneo existente e irredento cine maníaco, aprendía consecuente lo turbio y lo sórdido del amor perfecto: habitaciones propias, universos excéntricos.
Cuando tejen las arañas suele comenzar el nuevo siglo. Ha fallecido una actriz y con ella buena parte de mi formación histérica e histriónica: hiperestésica. A ella, del mismo modo que la quise de forma prohibida la admiré de manera anónima. No sería el cinéfilo que soy sin la vigilia poblada por sus piernas delicadas. Otro gallo me cantaría sin la perenne misericordia de sus labios o sus pies muy temprano, casi de mañana onírica.
Descanse en paz Alma Muriel, musa ineludible, rumor inefable de esos mis primeros amores, tan obscuros..
Manda sus condolencias a los familiares de la actriz fallecida a los 62 años.
Cuando tejen las arañas suceden como seda las arterías delgadísimas, puentes turbulentos bajo el manto gelatina de concreto. Falleció Alma Muriel, mujer pequeña de belleza lúbrica. Una de las mejores actrices mexicanas del siglo pasado, muchas fueron las obras cinematográficas en las cuales su presencia suscitó el misterio de un deseo contenido, confiado a la exhalación paulatina del aliento entrecortado.
Cuando tejen las arañas vuelve el tiempo adolescente, oculto en la penumbra de un vestíbulo vacío, pupilas asombradas ante la mirada que atraviesa la pantalla diminuta. Conducido por la imaginación atinada de Roberto Gavaldón, así como de otros reconocidos Directores mexicanos, fui testigo extemporáneo de un cine hundido, para mi generación al menos, en la incomprensión o en el olvido. Ahí, en aquellas imágenes clandestinas, logré conseguir la perturbación de espíritu indispensable para conjurar el monstruoso tedio de la rutina familiar transfronteriza.
En muchas de ellas, sombra proyectada más allá de la insinuación por sus caderas afiladas, aparecían personajes femeninos complejos en sus excesos mentales, intempestivos por sus complejos del sexo. Yo, simultáneo existente e irredento cine maníaco, aprendía consecuente lo turbio y lo sórdido del amor perfecto: habitaciones propias, universos excéntricos.
Cuando tejen las arañas suele comenzar el nuevo siglo. Ha fallecido una actriz y con ella buena parte de mi formación histérica e histriónica: hiperestésica. A ella, del mismo modo que la quise de forma prohibida la admiré de manera anónima. No sería el cinéfilo que soy sin la vigilia poblada por sus piernas delicadas. Otro gallo me cantaría sin la perenne misericordia de sus labios o sus pies muy temprano, casi de mañana onírica.
Descanse en paz Alma Muriel, musa ineludible, rumor inefable de esos mis primeros amores, tan obscuros..
