Intel despide a 97 empleados en Arizona pese a subsidios millonarios

Según documentos oficiales presentados ante el Departamento de Seguridad Económica de Arizona, la compañía notificó el despido de 97 empleados en su planta de Chandler. El aviso, emitido bajo la Ley WARN —que exige a las empresas informar con 60 días de anticipación sobre despidos masivos—, llega apenas un mes después de que casi 700 trabajadores fueran afectados por una reestructuración interna.
El movimiento ocurre en un contexto político y económico peculiar: Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, anunció días atrás que el gobierno federal adquirió una participación del 10% en Intel, financiada en gran parte mediante subsidios de la Ley CHIPS. "Ahora controlamos parte de una empresa clave para el futuro de este país", declaró Trump en redes sociales, en lo que parece ser un guiño a su estrategia de fortalecer la producción nacional de chips.
Mientras tanto, empleados en Arizona respiran con cautela. "Cada vez que hay noticias de inversiones, terminamos pagando el precio con despidos", comentó un trabajador bajo condición de anonimato. La tensión no es nueva: registros policiales revelan que solo este año se han realizado 800 llamadas relacionadas con incidentes en las instalaciones de Intel en Chandler, desde conflictos laborales hasta denuncias por ambiente laboral inseguro.
El futuro inmediato parece incierto. Aunque el gobierno insiste en que la participación accionaria garantizará estabilidad, analistas advierten que Intel aún debe demostrar su capacidad para competir con fabricantes asiáticos. Por ahora, casi 20 empresas siguen en espera de cerrar acuerdos bajo la misma ley, mientras los despidos en Chandler dejan más preguntas que respuestas.