Los Ángeles, ca
Celebra seis décadas de vida y espera convertirse en el nuevo villano del Agente 007.
Vivió la gloria de la fiebre de sábado por la noche a finales de la década de los 70 y después de una casi inminente muerte cinematográfica tras fracaso fílmicos hasta que el enfant terrible de Hollywood, Quentin Tarantino, los resucitó hace ya 20 años con Pulp Fiction (Tiempos Violentos, 1994) cuando John Travolta ya era un cuarentón. Hoy a los 60 años y en medio de escándalos por una supuesta homosexualidad, el polifacético actor que baila como nadie y se la vive en los cielos, como piloto certificado, celebra 60 años de vida.
El menor de los seis hijos de Salvatore y Helen Travolta. Su padre es de ascendencia italiana (sus abuelos eran originarios de Palermo) y su madre es de ascendencia irlandesa, nació el 18 de febrero de 1954 en Englewood, Nueva Jersey y saltó a la fama en 1976, gracias a la película para televisión The Boy In The Plastic Bubble (El Niño de la Burbuja), pero no sería sino hasta el año siguiente cuando alcanzaría el punto más alto de su carrera como Tony Manero en la película Saturday Night Fever (Fiebre de Sábado por la Noche) que pondría a las pistas de baile de las discotecas de moda durante muchos años.
Después vendría Grease (Vaselina, de 1978), una cinta musical que afianzaría su status de actor que con el mismo talento podía bailar y cantar, sin peder un ápice de credibilidad.
Cienciología, su hijo y su carrera
Entre algunos de los temas que se tocaron durante su personal entrevista, Travolta habló sobre su profunda relación con la Cienciología, de la que es fiel seguidor.
Comentó que, sin su vinculación a este seguimiento, no podría haber superado la muerte repentina de su hijo Jett, que falleció a los 16 años debido a un episodio convulsivo en 2009.
“Oh Dios... No sé qué habría hecho sin ellos. Estuvieron conmigo en todo momento después de que Jett falleciera”.
También repasó su carrera, sus nominaciones a los Oscar, sus papeles más recientes y sus proyectos para este año.