Los Ángeles, ca
La actriz se prepara para la normalidad después del frenesí que generó.
Lupita Nyong’o se está preparando para la normalidad. Tras el frenesí que ha generado su desgarradora actuación en “12 Years a Slave”, quiere estar lista para retomar su vida en Nueva York.
“Trato de mantener mi régimen - descanso, agua, comida sana, ejercicio - para que cuando todo esto acabe no me quede una gran resaca”, dijo, mientras comía un bocado de huevos revueltos durante una entrevista reciente en un café de Beverly Hills.
Aún no acepta que su vida quizás no vuelva ser igual. “Tengo una mentalidad muy de evadir la realidad”, reconoció. “Siento que escondo la cabeza en la arena para que nadie pueda verme”.
Antes de interpretar a la esclava Patsey en el brutal relato de Steve McQueen sobre un hombre negro libre que es secuestrado y esclavizado en el sur de Estados Unidos en el siglo XIX, Nyong’o era virtualmente una desconocida. Ahora, como una nominada al Oscar a mejor actriz de reparto, se ha convertido en una estrella de éxito.
Cuando recibió la llamada de McQueen diciéndole que obtuvo el rol, “estaba tan eufórica”, recordó. “Pero entonces entré en pánico de inmediato. Tuve tanto miedo”.
Con razón: este sería su primer gran papel tras haber estudiado en la Escuela de Teatro de Yale. Pero rodar el filme le dio la confianza que necesitaba al salir de la escuela. “Fue una sensación increíble”, dijo.
Ahora, con todos los ojos puestos en lo que hará después, la actriz se niega a estresarse buscando otro papel que sea igual de importante.
“Se ha establecido un patrón muy elevado externa e internamente”, dijo. “Pero no quiero caer en la presión de la expectativa. La película fue tan gratificante y artística. Saboreé eso y obviamente quiero vivir ese tipo de satisfacción creativa de nuevo, pero también sé que no puedo duplicarlo. Quiero una experiencia variada como actriz y eso incluiría algún fracaso, y eso es saludable”.
De hecho, la próxima película de Nyong’o está lista y su estreno previsto para el 28 de febrero: interpreta a una azafata en el thriller de acción “Non-Stop”, junto a Liam Neeson. “Es lo que necesitaba hacer”, dijo. “Era el antídoto perfecto para ‘12 Years a Slave’; un género diferente con demandas diferentes. Fue muy técnico y divertido”.
Mientras crecía en Kenia, Nyong’o dice que sus padres la exhortaron a ella y sus cinco hermanos a “encontrar cuál era nuestra vocación en esta tierra y realizarla con excelencia”.
Nyong’o dice que sus padres la han apoyado tras su éxito en Hollywood pero que también se lo han tomado con filosofía. “Es bueno tener padres así porque están contentísimos”, dice, “pero no sacudidos”.
(El padre de Nyong’o es ahora un senador del condado de Kisumu y su madre, Dorothy Nyong’o, es la directora ejecutiva de la Africa Cancer Foundation).
Con los Premios de la Academia a menos de dos semanas, la actriz de 30 años dice que quiere continuar saboreando cada momento, incluso aquellos abrumadores.