Hermosillo
La artista plástica presenta una propuesta visual en la edición 14 de la Bienal de Artes.
Lo que antes pudimos patear en la calle, lo que en un momento voló hacia el cesto de la basura, lo que en un instante nos provocó tal vez hilarancia, quizá felicidad, hoy se vuelve objeto de análisis.
Miriam Salado, artista plástica, y su propuesta visual Miles de latas aplastadas, forman parte de la edición 14 de la Bienal de Artes Visuales del Noroeste, la cual se exhibe en el Museo de Arte de Sonora (Musas), en Hermosillo, Sonora.
En el anfiteatro de la galería, momentos posteriores al clímax que construye la inauguración de la exposición, conversamos con Miriam:
--Lo aparentemente ordinario se vuelve extraordinario, Miles de latas aplastadas, cuéntanos cuál es el punto de partida para llegar a este trabajo que ahora observamos.
--Esta pieza que presenté son veinticuatro latas, la titulé así porque ya llevo cincuenta latas de Tecate que dibujo, y lo que menciono aquí es que es una pieza que podría nunca acabar, porque siempre se están desechando, siempre se están aplastando y me gustó la idea de un mismo objeto que es igual y que al irse desechando adquiere una forma diferente cada vez que lo aplastan.
Esta pieza surge de un proyecto que presenté en mayo de 2013 y que ya venía dentro de una temática que abordaba el tema de los buchones, gente que adopta la apariencia del narco. En ese proyecto retrataba personas que por la influencia de la música, los medios, les gusta adoptar esa apariencia de ostento, la filosofía del narco donde me llama mucho la atención el tema de la muerte, el hablar de que un día lo tienen todo y al otro día pierden hasta la vida.
De ahí surge el tema, me gustó poner retratos y esas piezas en el contexto, pero me gustó también la idea de separarlas y que se volviera una pieza independiente y se pudiera transformar cada vez que se presentara, y así, por eso el título de Miles de latas aplastadas.
--¿Cada una de esas latas tiene alguna historia en cuanto a cómo las encuentras a tu paso por la vida?
--Me interesé en que fueran lo menos planeadas posibles, recolectar latas de fiestas, o extraer latas del saco donde las junto para luego venderlas, quería que fuera algo al azar, las seleccioné, las registré y después hice un filtro de las formas que más me llamaron la atención y al final las presente en esta cuadrícula, en esta serie.
--Esas latas nos hablan de identidad, de cotidianeidad, de tragedia, nos cuentan un sinfín de historias, porque están ligadas a lo que somos.
--Hay algo que me gusta mucho: el partir de mi territorio, mi contexto, para hacer las piezas, cuando hay algo tan cotidiano y que lo presento en una galería, una sala, se transforma en otra cosa, se le pone atención; por eso me gusta ponerlas en fondo blanco y resaltar todas las particularidades. Me baso mucho en la técnica porque le da otro significado, me gusta hacerlo en dibujo, da otra impresión y es lo que me satisface, hasta el momento.