Milán, ita
La actriz se deleitó con la suavidad de los estilos texturizados de Gucci.
Salma Hayek se deleitó con la suavidad de los estilos exquisitamente texturizados de Gucci para el próximo invierno, desde las pieles más elásticas hasta las más peludas.
Me encanta, quiero tocar todo, es tan suave, tan hermoso”, dijo Hayek el miércoles tras el desfile de la colección para damas que arrancó la Semana de la Moda en Milán.
Gucci, Alberta Ferretti y el nuevo Fausto Puglisi comenzaron seis días de la Semana de la Moda con adelantos para el próximo invierno y otoño. Entre los asistentes a los desfiles destacó Hayek quien forma parte de la campaña Chime for Change con la diseñadora de Gucci, Frida Giannini , quien es su amiga, y la cantante Beyonce, para promover la educación, la salud y la justicia para niñas y mujeres en el mundo.
En la primera fila de la pasarela la mexicana lució un estilo en piel que proyectaba su fortaleza. Llevaba una boina de piel con una chaqueta de cuero con cierre, una minifalda y unas botas de plataforma a la pantorrilla en charol negro de la colección pre-otoño 2014 de Gucci. Su atuendo lo completaba un bolso con flecos de piel de pitón púrpura.
Se le vio platicar mucho con Franca Sozzani de Vogue Italia, mientras su esposo Francois-Henri-Pinault, director general del conglomerado francés Kering, que es dueño de Gucci, estaba sentado a su lado.
“Es una relación muy especial para mí”, dijo Hayek, sobre la campaña en la que colabora y su trabajo en la junta directiva de Kering. “También me encantan sus diseños (de Giannini). Siempre es una sorpresa. Algo un poco puro pero con un poco de poder. Siempre tiene algo inolvidable”.
Hayek dejó entrever que pronto habrá más noticias sobre Chime for Change — lanzada por Gucci el año pasado.
Sobre su carrera en el cine, Hayek dijo que comenzará a trabajar en The Tales of Tales del director italiano Matteo Garrone.
Los modelos de la colección de Gucci eran ceñidos al cuerpo en contraste con los abrigos pachones y amplios que daban un movimiento relajado a cada paso.
La paleta de colores parecía salida de una caja de crayolas: azul pastel, verde pistache, rosa pastel, con otros tonos neutrales en bronce, negro y camello.
Para la noche la propuesta fueron románticos minivestidos en piel adornados con lentejuelas y cuentas en la parte superior.
La vibra era declaradamente de los años de 1960 y un complemento perfecto para los estilos que Giannini mostró en enero para los caballeros.