México, DF
El Barón de la droga es la serie en la que trabaja Andrés López sobre El Chapo Guzmán.
La ficción y la realidad nunca pudieron estar más cerca; mientras la reciente aprehensión del narcotraficante Joaquín “El chapo” Guzmán ha ocupado los titulares nacionales, en breve también inundará la televisión con la serie/telenovela El Barón de la droga, la cual retratará su periplo como capo y que se une a la efervescencia por melodramas con esta temática.
Andrés López, quien fuera reconocido en el mundo de la droga como “Fresita”, es el responsable de la segunda historia sobre un criminal mexicano llevado a la tv, después de El señor de los cielos, protagonizada por Rafael Amaya.
López, quien ha estado a cargo de historias como El cártel de los sapos y Las muñecas de mafia, prepara esta historia que, ha asegurado, no será una producción biográfica, pero es el proyecto más desafiante que ha tenido.
“He estado cerca de gente que ha compartido con ´El Chapo’, personas que estuvieron metidas con él en sus actividades ilícitas, y conozco un poco la versión de su familia. Todas esas herramientas me han permitido construir una historia muy poderosa”, dijo cuando se anunció la serie.
Más que finales felices
Desde hace casi 10 años la televisión latinoamericana comenzó una nueva etapa con historias más arriesgadas que los clásicos melodramas rosas -con todo y damiselas o príncipes incluidos- para apostar por serie-telenovelas en las que la delincuencia y el narcotráfico son su columna vertebral.
Así nacieron las llamadas narcoseries, cuya primera entrega a México se dio en 2006 con el título Sin tetas no hay paraíso, serie colombiana que tras su éxito fue transmitida en 18 países y tuvo dos versiones más, una en EU y otra en España.
Aunque la tv mexicana estaba un poco alejada de las problemáticas sociales, en los últimos años títulos como El Capo, El cártel de los sapos, Las muñecas de la mafia o Pablo escobar: el patrón del mal han entrado a los canales nacionales, tanto abiertos como de paga.
Tanta es la confianza en estos proyectos que la oferta se extiende y se invierte más. En 2011, con La Reina del Sur se abrió camino a series como El señor de los cielos y Crónicas de un narco, además de que resultó ser la telenovela más cara, con un presupuesto superior a los 10 mdd.