México, DF
En las familias es habitual que haya mascotas, los niños son los más divertidos por compartir su tiempo de esparcimiento con estos seres de cuatro patas, sobretodo los perros, llamados el mejor amigo del hombre.
Pero en la ficción todo es posible y con la nueva película de Dreamworks, “Las aventuras de Peabody y Sherman” se plantea que un perro adopte a un niño como hijo. El filme del director, Rob Minkoff se estrena este viernes a nivel nacional con 600 copias en formato 2D y 3D.
El Sr. Peabody no es un perro normal y corriente, es todo un titán de los negocios: es un inventor, un codicioso científico, ha ganado dos veces una medalla olímpica y, lo más importante de todo, es todo un genio.
Utilizando su máquina más ingeniosa, Peabody y su hijo adoptivo Sherman viajan en el tiempo para experimentar acontecimientos que una vez cambiaron el rumbo de la historia y poder, así, interactuar con algunos de los personajes más conocidos de la historia de la humanidad.
Pero todo cambia cuando Sherman rompe las reglas del viaje en el tiempo y a los dos personajes no les queda más remedio que intentar arreglar aquellos aspectos de la historia que Sherman, sin querer, ha cambiado. Si no lo hacen, el futuro se perderá, así que tienen que hacer todo lo posible para solucionar el problema.
Además, Peabody tiene que enfrentarse, a la vez, al reto más importante y difícil de todos a los que se ha enfrentado en su vida: ser padre.
Basada en los personajes de dibujos animados creados a finales de la década de 1950 por Ted Kelly para el programa Las Aventuras de Rocky y Bullwinkle, la película nos presenta a Sherman, un niño que vive con su padre adoptivo Peabody, un titán de los negocios, genio inventor, laureado del premio Nobel y dos veces medallista olímpico... que también es un perro que habla.
En vez de hacer chistes fáciles con la noción de un perro criando a un niño, el filme convierte eso en un punto clave del argumento, en una de sus decisiones más inspiradas.