Los Ángeles, ca
Todo está listo para que hoy por la tarde el mexicano Alfonso Cuarón escriba su nombre con letras doradas en la historia del cine, al tener la posibilidad de ser el primer mexicano en obtener el Oscar en la categoría de Mejor Director, en la que compite gracias a Gravedad, para muchos su obra cumbre.
Pero el premio, el más influyente de la industria cinematográfica, no le quita el sueño al cineasta, quien en una charla previa con Excélsior, aseguró que lo que verdaderamente le preocupa es recuperar la rutina de su vida.
“El Oscar no me quita el sueño. Si me lo dan voy a estar contento, pero si no me lo dan también voy a estar contento y de que voy a celebrar, voy a celebrar.
Nosotros no teníamos ni idea si la película iba a conectar y a funcionar, así es que el hecho de tener la respuesta de la gente, ese es ya nuestro premio”, expresó el director de Y tu mamá también, quien consideró que ganar o no ganar un galardón no hace más “bonita o más fea a una cinta”.
“Los premios son más una cosa circunstancial que tienen que ver más con las tendencias del momento.
“Hay muchas películas que ganaron Oscares y se perdieron en la memoria, y otras, que no ganaron nada o que no hicieron ni un solo quinto (en taquilla), se convirtieron en un clásico. Eso sólo el tiempo lo va a decidir.”
El otro mexicano que con anterioridad había acariciado la posibilidad de llevarse el premio al Mejor Director fue Alejandro González Iñárritu, quien en 2007 formó parte de la quinteta a Mejor Realizador. El Oscar no fue para el cineasta mexicanos, sino que se quedó en manos de Martin Scorsese, por una de sus películas más grises: Los infiltrados.
“Me da mucho el gusto el apoyo de los mexicanos a un mexicano, pero no hay que confundir las cosas, cualquier reconocimiento a Gravedad, no ayuda en lo más mínimo a la cultura y a la industria en México, porque no es una cinta mexicana.
“Se trata de una película dirigida, escrita, producida y editada por un mexicano, fotografiada por otro, pero que está financiada por capital estadunidense y británico, rodada como mis tres últimas películas en Londres y con el 98 por ciento de la gente que ahí trabajó de origen inglés.
Lo que sí demuestra es que todos los mexicanos podemos hacer lo que se nos pegue la gana en cuestión creativa. Y que sólo faltan vínculos y apoyos”, remarcó Cuarón.
Hoy, con su última cita de la temporada de premios, Alfonso solamente desea regresar a Londres y pasar tiempo con su familia.
“Después de todo esto solamente espero que mi siguiente proyecto sea más fácil, porque cada vez cuesta más trabajo sobre todo cuando son proyectos que generas tú mismo, que no sean proyectos de secuelas, franquicias y demás. Esa es la onda. Mis hijos están chavos y estoy gravitando con proyectos que estén alrededor de la vida de mis hijos, que ahorita están chavos”, concluyó Alfonso Cuarón.