Los Ángeles
Parece que en el entorno de Selena Gomez no están muy contentos con esta especie de “volver a empezar” que la cantante estaría encarando junto a Justin Bieber . Y esa oposición tendría que ver con ciertas preocupantes actitudes que conducen directamente a la dudosa influencia del ídolo teen canadiense.
Hace unos días, se supo que la ex chica Disney había decidido firmar un contrato con un nuevo representante, desplazando así a su madre y a su padrastro de todo lo relacionado con el manejo de su carrera. La decisión sorprendió a muchos, aunque algunos interpretaron que se trataba de un signo de madurez de parte de ella.
Sin embargo, desde el entorno de Selena creen ver la figura de Justin como el gestor de esa determinación. “Ahora actúa como si le hubieran lavado el cerebro y no cuestiona nada de lo que Justin dice. En el pasado discutían mucho acerca de su relación, pero ahora ella se comporta como un robot”, le contó un amigo de la cantante al sitio Radar Online .
La parejita pop estuvo separada durante varios meses, y esa distancia provocó que ambos entraran en sendas crisis personales: él se convirtió en protagonista de numerosos escándalos, y ella terminó internada en una clínica de rehabilitación . Pero, tras la última gala de los premios Oscar, él inició un operativo para reconquistarla que dio muy buenos resultados; así, durante el último festival Coachella, fueron fotografiados disfrutando de la música peligrosamente juntos.
Busca retrasar juicio
Justin Bieber ha pedido que se aplace el juicio que tiene programado para el próximo mes en Florida donde enfrenta cargos por conducir intoxicado, resistirse a su arresto y conducir con una licencia expirada.
Los abogados del astro pop de 20 años presentaron una moción el lunes argumentando que necesitan más tiempo para prepararse en el caso. El juicio de Bieber comenzaría el 5 de mayo en Miami.
La moción señala que los fiscales no se oponen al aplazamiento. El miércoles se tiene prevista una audiencia para fijar las fechas.
Bieber fue arrestado el 23 de enero en Miami Beach después de lo que la policía describió como una carrera de autos callejera, aunque al final el cantante no fue acusado de hacer arrancones.