La demanda fue presentada por Michael Fellows y Jonathan Hadden en diciembre pasado, alegando que la diva del pop inició varios conciertos en Nueva York más tarde de lo anunciado.
Madonna, Live Nation y el Barclays Center fueron demandados por prácticas comerciales injustas. Los demandantes argumentan que el concierto debía comenzar a las 20:30 horas, pero inició después de las 22:40. La cantante ha defendido su actuar, indicando que sus seguidores saben que suele llegar tarde y que la hora en las entradas no es indicativa del momento en que subirá al escenario.
Los abogados de Madonna han presentado una moción para desestimar la demanda, señalando que el retraso en uno de los conciertos se debió a un contratiempo técnico durante las pruebas de sonido. Los demandantes se quejaron de la dificultad para regresar a casa tarde en la madrugada, ya que tenían responsabilidades laborales al día siguiente. La batalla legal continúa entre la artista y sus seguidores insatisfechos.