Selena Gomez y su "terapia térmica": ¿El frío y el calor pueden combatir la depresión?

Selena Gomez, la famosa cantante y actriz de 32 años, ha estado luchando contra problemas de salud mental desde hace tiempo

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Después de un colapso en 2018 y su diagnóstico de trastorno bipolar, encontró sus propias formas de mantenerse bien. En una entrevista con Vanity Fair, Gomez reveló que utiliza la temperatura como un "mecanismo de sanación".

Aunque puede sonar extraño, la investigación ha demostrado que la temperatura, ya sea un baño helado o un baño caliente reconfortante, podría ser clave para mejorar el estado de ánimo. Sumergirse en agua fría, a pesar de no parecer agradable, puede en realidad mejorar el estado de ánimo. Un estudio de 2007 realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia Commonwealth encontró que tomar duchas frías dos veces por semana redujo significativamente los síntomas de depresión.

Se cree que la exposición al frío activa el sistema nervioso y aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que desencadena la liberación de noradrenalina. Este neurotransmisor ha demostrado tener un efecto positivo en el estado de ánimo. Algunos estudios también han encontrado un aumento de la dopamina después de la exposición al agua fría, conocida como la hormona del placer.

Los efectos antidepresivos de la exposición al agua fría también podrían deberse, en parte, a los receptores del frío en la piel, según un estudio de 2014 sobre los efectos de la hidroterapia. Estos termorreceptores, que detectan el calor y el frío, envían impulsos eléctricos al cerebro, lo que puede desencadenar un efecto analgésico.

Por separado, un informe de caso médico sugiere que nadar en aguas abiertas incluso podría recomendarse como tratamiento para la depresión. El profesor Michael Tipton, un experto en fisiología de la Universidad de Portsmouth, detalló que una mujer de 24 años había estado sufriendo de ansiedad durante años y luego desarrolló depresión. Después de que una variedad de medicamentos no funcionara, se le dijo que nadara en agua fría una vez por semana. "Esto llevó a una mejora inmediata en el estado de ánimo después de cada baño y una reducción gradual y sostenida de los síntomas de depresión", escribieron los médicos. En un seguimiento un año después, ella seguía sin medicación.

Pero no solo el agua fría le resulta reconfortante a Gomez, también afirma que las temperaturas más cálidas la ayudan. Mientras que Gomez opta por "calentadores espaciales" para ayudarla a lidiar con sus problemas de salud mental, los estudios también han encontrado que calentar el cuerpo puede tener efectos positivos en el estado de ánimo.

Un estudio de 2016 realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin, EE. UU., probó la teoría en 24 pacientes con depresión severa. Los investigadores calentaron bobinas y las colocaron alrededor de los pacientes, aumentando su temperatura cutánea a 38.3 grados. Luego apagaron el calor y dejaron que los pacientes se enfriaran durante una hora.

El estudio reveló que el 60 por ciento de los pacientes respondieron al tratamiento y el 40 por ciento cumplió con los criterios de remisión de su depresión después de una sola sesión. Aunque la relación entre el calor y la depresión no se comprende completamente, algunos expertos creen que las altas temperaturas podrían desempeñar un papel importante en la reducción de la inflamación. Otros dicen que el calor relaja el cuerpo y ralentiza los pensamientos negativos.

En otro estudio de 2023, 12 adultos con depresión recibieron ocho sesiones semanales de terapia cognitivo-conductual (TCC) y cuatro "sesiones de calor" durante este período de ocho semanas. Las sesiones de calor hicieron que los pacientes aumentaran su temperatura a 38.5 grados Celsius, 1.5 grados por encima de la temperatura promedio, en una cámara de infrarrojos. Los investigadores observaron el estado de ánimo de los participantes y encontraron que el "pensamiento negativo" se redujo en el 20 por ciento de los casos.

Al final del estudio, 11 de los 12 adultos tampoco cumplían con el umbral para el trastorno depresivo mayor.

Aunque la ciencia continúa estudiando los beneficios del frío y el calor en la salud mental, lo que es claro es que cada persona busca su propio camino para cuidarse y encontrar el bienestar.

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