Su decisión de establecerse en Madrid no es una casualidad, sino un acto de amor por la ciudad natal de su esposa, la hermosa Coruña.
Alejandra, una mujer que ha sabido construir su propio camino en el mundo empresarial, es la musa que ha cautivado al corazón del galán norteamericano. Juntos, forman una pareja que irradia sencillez y cariño, alejados de las luces y el ruido del estrellato.
El hogar que han escogido para su familia es un majestuoso chalet en la urbanización La Moraleja, un lugar que alberga a celebridades de talla internacional. Allí, en un espacio de mil metros cuadrados edificados en una parcela de diez mil, Richard y Alejandra han encontrado un refugio para sus sueños y proyectos.
Su historia de amor, que comenzó en la isla de Positano, es una mezcla de pasión y respeto. Richard, reconocido por su encanto y atractivo, se vio cautivado por la belleza y la fortaleza de Alejandra, una mujer que desafió las convenciones sociales para seguir su corazón.
El amor de Richard y Alejandra no solo se refleja en su relación, sino también en su labor humanitaria. Ambos dirigen una fundación que brinda apoyo a familias que viven en la pobreza, un reflejo de su compromiso con la justicia social.
Richard, un hombre que ha experimentado el brillo de la fama y los desafíos del éxito, ha encontrado en Alejandra su complemento perfecto. Juntos, han construido una familia llena de amor y valores, lejos de las falsas apariencias y el ruido mediático.
La vida de Richard Gere, llena de altibajos, ha estado marcada por el amor y la búsqueda de la verdad. Su camino, desde la pantalla grande hasta el corazón del budismo, es un ejemplo de evolución y compromiso consigo mismo y con el mundo que lo rodea.
Su historia es una inspiración para todos aquellos que buscan la autenticidad y la felicidad en la vida. Un testimonio de que el amor verdadero puede conquistar cualquier obstáculo, y que la verdadera grandeza reside en la sencillez y la bondad.