Su talento y perseverancia lo han llevado a conquistar Hollywood, pero su camino no ha estado exento de desafíos. En una entrevista con Gustavo Adolfo Infante para el programa "El Minuto que Cambió mi Destino", Derbez reveló una experiencia especialmente dura que vivió en sus inicios en Estados Unidos.
Derbez comenzó su aventura en la unión americana participando en obras de teatro en inglés, lo cual hacía en sus ratos libres. Para nadie era un secreto que viajaba a Estados Unidos, llegaba directo al teatro y daba función, sin importar que no le pagaran un salario ni viáticos. En su primera función, un torbellino de nervios lo envolvió, pero una vez superada la tensión, regresó al hotel de paso en el que se hospedaba. Cansado y sin haber comido en todo el día, Derbez se fue a dormir. Al otro día, despertó con un fuerte dolor abdominal y evacuó mucha sangre.
Al hablar con uno de sus escritores en México, le hizo saber el problema y este se movilizó para ayudarlo a la distancia. Sin embargo, Derbez estaba perdiendo el conocimiento y la situación se complicó. Tras hablar a recepción, le dijeron que no tenían doctores y que debía llamar al 911. Derbez solo alcanzó a decir que se estaba desmayando antes de perder la conciencia. Lo siguiente que recuerda es ver a los bomberos encima de él, en una camilla, con mucha gente observándolo.
"No tenía papeles porque me agarraron en la camilla y me suben a la ambulancia, nada más empiezo a escuchar que dicen: 'Es un hombre latino como de tal edad, creemos que es un indigente, estaba en un hotel de paso, no tiene papeles, nada'".
Derbez no podía hablar y narra cómo fue su ingreso al hospital: "Me pelusearon a tal grado que me metieron así a la camilla, me botaron ahí en una esquina (...) no soporto las inyecciones, si me sacan sangre me desmayo, Gus". Su poco inglés no le permitía comunicarse correctamente, por lo que dijo mal algunas palabras y mientras le sacaban sangre se volvió a desmayar por el terror de las agujas.
Tras desmayarse, Derbez fue llevado a terapia intensiva en donde le rasuraron el pecho para darle reanimación cardiaca, momento en el que el comediante pensó que lo iban a asesinar por tener algo en el corazón. "Algo salió dentro de mí que pegué un grito y dije: ¡No! Entonces justo antes de que me los pusieran (las paletas del desfibrilador) dijeron: 'Ya despertó' (...) y a las tres horas me botaron a la calle, así todo débil con una cuenta como de 20 mil dólares que te la manda el estado y me la cobraron hasta el último día".
Esta experiencia muestra la fortaleza y resiliencia de Eugenio Derbez. A pesar de las dificultades, no se rindió y siguió adelante, forjando una carrera exitosa que lo ha llevado a la cima del éxito.