Aunque la película pretende ser una precuela de la primera, su trama presenta una serie de detalles que desafían la línea temporal y dejan al espectador con más preguntas que respuestas.
La película comienza con la reaparición de varios personajes conocidos de la primera entrega, como Trimagasi, Imoguiri, Baharat, Mihali y, sorprendentemente, Goreng. Esta presencia sugiere que El hoyo 2 es una precuela, pero el director, Galder Gaztelu-Urrutia, afirma que, al mismo tiempo, es algo "totalmente distinto".
"Cuando nos pusimos a pensar en la segunda película lanzamos una serie de ideas con David [Desola, co-guionista], y la que más nos gustó a los tres, que en ese momento éramos los guionistas (luego se incorporó Egoitz Moreno), fue la que planteó Pedro: enfocarlo como una precuela, y poco a poco en la construcción concluimos que sería elegante que las dos películas terminaran, exactamente, en el mismo punto."
En resumen, El hoyo y El hoyo 2 parecen transcurrir en el mismo tiempo, pero con un punto de vista diferente.
"Bueno, no vamos a contar más, pero es una especie de... son dos historias que prácticamente conviven en el tiempo, pero con un punto de vista muy diferente. El hoyo que vemos en la primera película es muy diferente al hoyo que vemos en El hoyo 2, y una película es herencia de la otra, entonces... bueno, ahí hay un lío que está sujeto al debate y a la interpretación de las personas que vean en la película."
El misterio del sótano que se esconde bajo el último nivel del hoyo sigue sin resolverse. La reaparición de Goreng y Perempuán en este lugar, y la presencia de decenas de niños jugando en una pirámide, plantea nuevas teorías sobre el significado del hoyo y su relación con la humanidad.
La película deja abiertas las preguntas sobre la construcción del hoyo, su propósito y la identidad de los responsables.
"Explicar quién está detrás del hoyo, cuándo se construyó, dónde y para qué, es algo que ya veremos si lo resolveremos más adelante, pero en principio estamos contestando a muchísimas dudas y muchísimas cuestiones que quedaron abiertas, aunque no puedo desvelarlas porque la película está diseñada para que los espectadores tengan una parte colaborativa en esta experiencia que es el visionado."
El director deja entrever la posibilidad de futuras entregas, pero su realización depende del éxito de la segunda película.
"Nosotros sabemos dónde está el hoyo, añade el cineasta, y tenemos planeado responder a todo en eventuales o hipotéticas futuras entregas, que no sabemos si se harán porque todo depende de cómo funcionan las cosas en el presente."
El final de El hoyo 2, lejos de ofrecer respuestas, se centra en generar una mayor incertidumbre y debate.