Su voz, su estilo, su carisma, la convirtieron en un ícono. Pero detrás de la estrella, hay una historia que nos recuerda que la vida puede ser fugaz y cruel. Se trata de Leticia Miller, una joven que compartía un asombroso parecido físico con la Reina del Tex-Mex, y que, en un trágico giro del destino, vio su vida truncada.
Leticia, también conocida como Gloria de la Cruz, era una actriz californiana que a sus 18 años, despertó la atención de la producción de la película biográfica de Selena. Su parecido con la cantante era tan sorprendente que se convirtió en una de las principales candidatas para el papel. La producción, que buscaba capturar la esencia de la fallecida cantante, recibió a miles de aspirantes. Finalmente, el papel quedó en manos de Jennifer López, pero Leticia Miller ya había cautivado a todos con su increíble semejanza y carisma.
El destino, sin embargo, tenía un plan diferente para Leticia. En abril de 1996, su cuerpo fue encontrado en un contenedor de basura en Los Ángeles, con signos de tortura y violencia. La noticia conmocionó a la comunidad latina, que no podía creer que la joven que encarnaba a Selena hubiera sido víctima de un atroz asesinato.
Corrie Rabinson, identificado como su pareja en ese momento, fue arrestado tres años después del hallazgo. Los reportes de la época apuntan a que Gloria fue vista por última vez en una fiesta en Oxnard y que el brutal crimen se llevó a cabo en el garaje de la abuela de Rabinson.
Leticia Miller, la "doble" de Selena, representa la fragilidad de la vida y la crueldad que puede existir en el mundo. Su historia nos recuerda que detrás del brillo del escenario, la realidad puede ser sombría y que la muerte puede llegar en cualquier momento, sin importar el parecido con una estrella.