La noticia, que recorrió rápidamente el mundo, dejó un vacío en la memoria colectiva de quienes crecieron viendo sus ocurrencias y su carisma en la pantalla.
La presentadora, que había estado ingresada en un hospital de Málaga tras sufrir un accidente doméstico, dejó un legado imborrable en la televisión española. Su nombre se convirtió en sinónimo de un programa que marcó a toda una generación, dejando huella en la historia de la televisión.
Un mensaje desgarrador
Uno de los rostros más afectados por la partida de Gómez Kemp fue Ramón García, quien, durante su participación en el programa "En Compañía de CMM TV", aprovechó la ocasión para expresar su dolor y lanzar un mensaje contundente.
"Me van a permitir que hable de alguien muy especial para todos ustedes y para todos los que nos dedicamos a este trabajo. Ya todos saben de la noticia que nos embargó de dolor, nostalgia y de muchas cosas", lamentó el presentador mientras la cabecera del programa "Un, dos, tres" resonaba en el fondo.
García reveló que se enteró de la muerte de Gómez Kemp a través de una llamada de un amigo, quien le dio la triste noticia a primeras horas de la mañana. "Cuando me dio la noticia de su muerte, me vinieron a la cabeza muchísimas cosas. Casualmente, la última vez que Mayra estuvo en esta televisión fue en un programa que yo tuve la suerte de presentar, que se llamaba 'Gente Maravillosa'. Ese día, Mayra ya venía tocada por algo de lo que siempre hablamos aquí, que es la soledad", comentó García.
Un mensaje de reflexión
Con voz firme y llena de emoción, Ramón García dirigió un mensaje directo a quienes se acercaron a Mayra solo en el último momento: "¿A muchísima gente que saca fotos con Mayra y a muchísima gente que dice que era muy amigo o amiga de Mayra, ¿dónde estabais antes? ¿Por qué se murió sola? En este país somos así…".
Las palabras de García dejaron en el aire una reflexión sobre la importancia de la compañía y la verdadera amistad, especialmente en los momentos difíciles. La muerte de Mayra Gómez Kemp nos recuerda la importancia de valorar a las personas que nos rodean y no dejarlas solas en los momentos de necesidad.