Pero detrás de las brillantes luces de neón y las mesas de juego, hay una historia que se cuenta a través de objetos cotidianos. Y en los últimos meses, mientras la ciudad se despedía de dos de sus icónicos casinos, el Tropicana y The Mirage, la historia se ha hecho tangible.
En el corazón de esta transformación, se encuentra Frank Long, un subastador de tercera generación que ha dedicado su vida a "desmontar" casinos y hoteles, convirtiendo sus reliquias en recuerdos para coleccionistas. Long, quien describe su hogar como "decorado en estilo hotel antiguo", ha presenciado de primera mano la evolución de la ciudad y la nostalgia que genera en sus habitantes.
"¿Sabes? Los compradores de Las Vegas son especiales", comenta Long con una sonrisa. "Es su comunidad, y quieren llevarse un pedazo de ella".
Y esa nostalgia se manifestó en una subasta peculiar en el antiguo Tropicana, donde cientos de personas acudieron a adquirir piezas de la historia del casino: lámparas de mesa, sofás, incluso colchones y somieres. En el corazón de la antigua sala de juegos de alto límite, donde alguna vez se apostaban grandes fortunas, ahora se podían encontrar pequeñas lámparas de cristal por $1,000.
Pero la nostalgia no es solo un sentimiento individual. Las universidades, museos y coleccionistas también han querido guardar un pedazo de la historia de Las Vegas. La Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), se ha hecho con cinco cajas de archivos del Tropicana, que abarcan desde 1956 hasta 2024, incluyendo anuncios vintage de la década de 1970, menús de restaurantes, planos arquitectónicos y cintas de cine originales de las "Folies" ensayando en la década de 1970.
El Museo Neon, que rescata los icónicos letreros de Las Vegas, se ha hecho con el letrero rojo del Tropicana y el arco original de The Mirage, que durante 35 años dio la bienvenida a los visitantes. En un esfuerzo monumental, el letrero de 30 pies de altura fue colocado en un camión de plataforma en agosto. Un tramo del Strip se cerró para que la pieza pudiera ser conducida lentamente hasta su nuevo hogar en el museo.
The Mirage abrió con un tema polinesio en 1989, impulsando un auge de la construcción en el Strip que se extendió hasta la década de 1990. Su fuente volcánica fue una de las primeras atracciones en la acera, y los turistas acudían en masa al casino para ver el Cirque du Soleil con música de The Beatles o Siegfried y Roy domando tigres blancos.
En pocos años, el horizonte del Strip tendrá un aspecto diferente. The Mirage se convertirá en el Hard Rock Las Vegas en 2027, con una torre hotelera con forma de guitarra. Al año siguiente, se espera que se inaugure el nuevo estadio de béisbol en el antiguo emplazamiento del Tropicana.
Aunque los últimos edificios del Tropicana se derrumbaron en 22 segundos, piezas del emblemático casino de Las Vegas han encontrado una nueva vida en museos cercanos, colecciones curadas y hogares. "Hay historia aquí", dice Aaron Berger, director ejecutivo del Museo Neon. "Solo hay que mirar más allá del brillo para encontrarla."