La actriz, quien reside en Estados Unidos, ha ingresado a su padre en un asilo de ancianos en Veracruz, México.
La decisión, tomada debido a que su padre sufre de una pérdida de memoria progresiva desde hace más de dos años, ha provocado una ola de críticas en redes sociales. Muchos acusan a Fonseca de ser una "mala hija" por no llevar a su padre a vivir con ella en Estados Unidos.
"Me dicen que por qué no lo llevo conmigo, que por qué no lo traigo, me dicen que soy una mala hija, que cómo lo voy a dejar en una residencia. Ir un día con él y estar todo el día, sacarlo al jardín, es pesadísimo, emocionalmente te quiebra", confesó la actriz en una entrevista con Venga la Alegría.
Fonseca ha destacado que visitar a su padre en Veracruz con frecuencia, pero que a veces él ya no la reconoce, lo que le causa un gran dolor. La decisión de ingresarlo al asilo fue "muy complicada", según la actriz.
"Fue horrible, le tuve que decir y en el hospital se nos puso muy triste. Yo siento mucha culpa, se ha llegado a la decisión que lo más saludable para todos es que esté en una residencia, con lo que son sus valores, con personas religiosas que lo cuidan", explicó.
A pesar de las críticas, Fonseca se ha mantenido firme en su decisión, argumentando que es lo mejor para la salud de su padre. La actriz ha expresado públicamente que se siente "decaída emocionalmente" por la situación, pero que está buscando la manera de sobrellevarla.
"Afecta y es algo que uno aprende a trabajarlo y a vivir con ello, pero me da mucha tristeza. Yo vivo con tristeza en mi corazón, busco ser alegre, pero está ahí", concluyó.