Sin embargo, su último proyecto, "Babygirl", la ha llevado a un terreno desconocido. La cinta, que explora una relación apasionada entre una poderosa CEO y un joven interno, ha desafiado a Kidman tanto física como emocionalmente.
El rodaje de "Babygirl" ha tenido un impacto profundo en la actriz. Las escenas de intimidad, que representan la naturaleza intensa de la relación, han sido particularmente difíciles. "Fue muy intenso, tanto para mí como para Harris" compartió Kidman. "Tuvimos conversaciones con la coordinadora de intimidad para establecer límites, pero una vez que se definieron, Harris y yo lo hicimos a nuestra manera."
"Babygirl" no solo ha explorado la complejidad de las relaciones humanas, sino también los límites de la interpretación. El compromiso de Kidman con su personaje se ha traducido en una experiencia emocionalmente agotadora. "Sentí que tenía que protegerme después del rodaje. Era como si hubiera hecho algo que no debía" reveló Kidman. "Necesitaba recuperar mi armadura, volver a sentirme segura."
El impacto de "Babygirl" en Kidman demuestra la dedicación que tiene a su oficio. Su vulnerabilidad y honestidad nos permiten comprender la profundidad de su compromiso con la actuación, dejando claro que la interpretación no siempre es fácil, pero siempre vale la pena.