Intrigada, Allen decidió explorar el potencial de OnlyFans, una plataforma donde los creadores de contenido pueden monetizar directamente con sus seguidores.
En julio de 2023, abrió una cuenta bajo el nombre Lily Allen FTSE500, donde comenzó a compartir contenido, principalmente fotos de sus pies, con sus suscriptores.
En su podcast "Miss Me?", Allen reveló que al principio se mostró escéptica, pero luego se convenció del potencial de esta fuente de ingresos alternativa. Su decisión se vio reflejada en sus ganancias: con apenas mil suscriptores, sus ingresos en OnlyFans superan a los que obtiene con casi ocho millones de oyentes mensuales en Spotify.
Allen explicó la diferencia: cada suscripción a su cuenta en OnlyFans cuesta alrededor de USD 10 mensuales, lo que le genera un ingreso aproximado de USD 10.000 mensuales. En contraste, sus millones de oyentes en Spotify le generan mucho menos debido a las bajas tarifas por reproducción. Según estimaciones, Allen recibe aproximadamente USD 0,003 a USD 0,005 por cada reproducción en Spotify, lo que significa que necesitaría millones de reproducciones más para igualar sus ingresos en OnlyFans.
Este caso evidencia la limitada rentabilidad de las plataformas de streaming para artistas independientes, una realidad que ha generado debate dentro de la industria musical. Allen, con su propia experiencia, ha dado voz a la lucha de muchos artistas que buscan alternativas para complementar sus ingresos, mientras que las plataformas de streaming se enfrentan a críticas por sus bajas tarifas.