Algunas nos llenan de espíritu navideño, mientras que otras, bueno, digamos que no son tan memorables.
La película Holiday Twist es una de esas cintas que te dejan preguntándote si realmente te encontraste con una producción navideña o con un experimento cinematográfico fallido. La premisa básica de la trama no es tan original: una ejecutiva adicta al trabajo, Connie, quien podríamos describir como una "Scrooge" moderna, experimenta una transformación gracias al espíritu navideño.
Sin embargo, la historia se complica con elementos sobrenaturales que, en lugar de generar una atmósfera mágica, terminan por crear una experiencia surrealista. Connie, interpretada por Kelly Stables, se convierte en un personaje de pesadilla, carente del encanto de un villano tradicional. Constantemente se queja, es grosera con todos y vive atormentada por recuerdos de un pasado navideño que, para el espectador, no tiene ningún interés.
Resulta difícil conectar con el viaje de redención de Connie. En lugar de sentir empatía por su transformación, la mayoría del público seguramente se encontrará deseando que la película termine, buscando un final inesperado que la salve del desastre.
La trama se complica aún más con la aparición de un personaje interpretado por Sean Astin, conocido por su papel en El Señor de los Anillos, quien tiene un pequeño papel como miembro de la junta directiva de la empresa de Connie. La película intenta crear una sensación de calidez y esperanza, pero es probable que la audiencia encuentre que su corazón se mantiene frío ante los intentos de la película de generar emociones.
Holiday Twist no es una de esas películas tan malas que resultan buenas. La película es simplemente mala, pero no es tan mala que sea divertida. Es un viaje desastroso por el lado más oscuro de la producción navideña, que te deja con la sensación de haber perdido tu tiempo.