La investigación del caso tomó un giro inesperado cuando la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional de Buenos Aires imputó a tres personas por su presunta responsabilidad en la tragedia.
Las autoridades argentinas, tras una exhaustiva investigación que incluyó análisis de cámaras de seguridad, testimonios de testigos y pericias toxicológicas, encontraron evidencia que apunta a la participación de individuos cercanos a Payne en su muerte.
Uno de los imputados es una persona cercana al cantante que lo acompañaba durante su estancia en Buenos Aires. Se le acusa de abandono de persona al no brindar la asistencia adecuada en momentos cruciales y de suministrar sustancias ilícitas, lo que habría afectado su estado físico y mental en los días previos al incidente.
Un empleado del hotel Casa Sur también fue imputado por suministrar cocaína a Payne. La presencia de la droga en el organismo del cantante horas antes de su muerte, confirmada por peritos toxicológicos, sugiere que estaba bajo los efectos de sustancias ilícitas al momento de la caída.
El tercer imputado, un supuesto proveedor de estupefacientes, también está involucrado en el suministro de drogas a Payne. Se le acusa de haber entregado sustancias en al menos dos ocasiones durante la estancia del cantante en Buenos Aires.
A pesar de las pruebas reunidas, la investigación continúa abierta. La fiscalía busca información adicional a través del análisis de la computadora personal de Payne, que se encuentra dañada, y otros dispositivos electrónicos incautados durante la investigación. La información obtenida podría arrojar luz sobre las últimas horas del cantante y su relación con los imputados.
La muerte de Liam Payne ha causado conmoción y debate sobre el abuso de sustancias y la negligencia en el entorno de las celebridades. El caso sigue captando la atención internacional mientras se esperan los resultados de la investigación y las consecuencias legales para los imputados.