Scott, en una reciente entrevista, ha comparado el mundo romano que recrea en su filme con el contexto político y social actual, describiéndolo como "increíblemente horrible" en ambos casos. El director no se anda con rodeos y señala que "una gran facción, desafortunadamente, un 50% de la población son estúpidos y fuera de sus cabales", una observación que refleja su preocupación por la creciente polarización y manipulación de la sociedad.
La trama de "Gladiador II", ambientada en el Imperio Romano, nos introduce al personaje de Lucius, quien, como muchos romanos en su época, vive bajo un sistema que permite y celebra la violencia y la explotación. Scott compara esta brutalidad con la del mundo actual, recordándonos que la humanidad solía encontrar diversión en atrocidades como lanzar a cristianos a los leones en el Coliseo. "Si no lo vemos, estamos empeorando", advirtió Scott, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia sociedad.
La desigualdad económica también es un tema central en "Gladiador II". Scott destaca que la concentración de riqueza y poder en manos de unos pocos es un problema que se repite tanto en la Roma imperial como en la sociedad actual. "Es incomprensible cómo, en un lugar tan productivo como California, una gran cantidad de personas sigue viviendo en las calles", señaló, aludiendo a la paradoja de la producción de entretenimiento frente a las necesidades de los menos favorecidos.
La crítica temprana hacia "Gladiador II" ha sido mayormente positiva, con elogios que resaltan la dirección de Scott, las impactantes escenas de batalla y las actuaciones de Paul Mescal y Denzel Washington. Varios críticos han destacado que la película es una de las mejores de Scott desde "The Martian", describiéndola como un "espectáculo de acción épico, sangriento y contundente". Aunque algunos críticos consideraron que la secuela carece del "golpe emocional" de la original, otros sugieren que la habilidad de Scott para conectar esta historia con el presente podría ofrecer un nuevo nivel de profundidad al filme.