El actor, conocido por su papel en Gladiador II, reflexionó sobre su consumo de alcohol, afirmando: "El vino es complicado. Es un proceso lento, no es algo que te atrape de inmediato." A medida que su gusto por el vino se desarrollaba, comenzó a abrir botellas de alto valor, lo que lo llevó a establecer límites en su consumo. "Si pido más, beberé más. Así que lo limité a dos botellas y las bebí a lo largo del día," explicó.
A pesar de haber experimentado con sustancias como la heroína y la cocaína, Washington enfatizó que siempre mantuvo el control sobre su consumo. "Nunca me enganché con la heroína, ni con la cocaína, ni con las drogas duras," comentó, destacando su capacidad para dejar atrás esos hábitos sin dificultad. Su enfoque en el vino, aunque problemático, fue manejado con una perspectiva que le permitió disfrutar sin caer en la adicción.
El actor también subrayó su compromiso con la disciplina durante los rodajes. "Nunca bebí mientras trabajaba o me preparaba," aseguró, lo que le permitió equilibrar su vida profesional y personal. A pesar de sus experiencias con la bebida, Washington se mostró consciente de los efectos que estas decisiones tuvieron en su salud.
Con la llegada de su 70 cumpleaños, el próximo 28 de diciembre, Denzel Washington se encuentra en un momento de reflexión. "He causado mucho daño al cuerpo. Ahora se me están abriendo las puertas, como si tuviera setenta años," expresó, reconociendo la importancia de cuidar de sí mismo y de sus metas personales en esta nueva etapa de su vida.