La vida de Maria Callas, la soprano más grande de todos los tiempos, se desploma en un abismo de soledad y desesperación. Su voz, que una vez fue capaz de conmover a audiencias de todo el mundo, ahora se ha reducido a un susurro débil y tembloroso. La pérdida de su voz es solo el síntoma de un problema más profundo, un vacío emocional que la consume por dentro.
En un intento por recuperar su voz, Maria decide cantar de nuevo, no como un regreso a la escena, sino como una forma de encontrar su identidad perdida. Su butler, su ama de llaves y sus dos poodles son sus únicos compañeros en este viaje hacia la redención. "Ninety-nine por ciento de ti quiere comida, y uno por ciento es amor", le dice a sus poodles, revelando la profunda soledad que la rodea.
La mente de Maria se vuelve cada vez más confusa, y comienza a alucinar que un entrevistador la está entrevistando para un documental. Juntos, recorren la ciudad de París, y Maria se abre sobre su pasado, sus triunfos y sus fracasos. La relación con Aristóteles Onassis, su rivalidad con Jackie O, todo se despliega en una narrativa emocional y conmovedora.
Angelina Jolie interpreta a Maria Callas con una luminosidad y una vulnerabilidad que la hacen casi irreconocible. Su actuación es un tributo a la gran soprano, y su capacidad para transmitir la fragilidad y la soledad de Maria es impresionante. Aunque la voz de Maria no es la de Jolie, la actriz logra transmitir la emoción y la pasión que la soprano ponía en cada una de sus actuaciones.
La película es un homenaje a la vida y la obra de Maria Callas, y un recordatorio de que, a veces, la verdadera grandeza se encuentra en la vulnerabilidad y la fragilidad. Pablo Larraín dirige la película con una sensibilidad y una emoción que la hacen casi irresistible. La historia es un viaje hacia la redención, y la música es el hilo conductor que la une todo.