Una de las escenas más memorables de la película requirió que Fassbender, en su papel de Jung, "azotara" a Knightley. "Básicamente se trataba de azotar", explicó Knightley. "Michael tenía que azotarme". Debido a la naturaleza de la película y la escena en cuestión, Knightley decidió regalar a sus co-estrellas, incluyendo a Fassbender, un látigo para azotar como recuerdo. Compró a Michael y a otros tres miembros del elenco sus propios látigos para azotar.
La actriz recordó que tuvo que ir a una tienda de sexo y pedir "tres látigos para azotar, por favor". En otra parte de la conversación, los actores hablaron sobre la dificultad de hacer que las escenas de azotar fueran realistas sin causar dolor a Knightley. Al final, decidieron colocar un libro de páginas amarillas "entre [su] trasero y el látigo".
Además, Knightley también habló sobre sus verdaderos sentimientos hacia la ahora controvertida escena en Love Actually, que los fanáticos han considerado "perturbadora". La actriz recordó un momento "perturbador y dulce" que compartió con un coche lleno de constructores que recrearon el momento en una situación inesperada.
La reapreciación de Love Actually ha generado debates entre los críticos sobre si la película es tan romántica como parecía en su momento. Sin embargo, para Knightley, la película sigue siendo un clásico que evoca sentimientos encontrados en los espectadores.