La realidad televisiva reveló que uno de los motivos por los que no había vuelto a la terapia antes fue debido a la traición de un terapeuta durante su divorcio de Lamar Odom, con quien se separó por primera vez en 2013.
Según Khloé, la experiencia la llevó a cuestionar la confianza en los profesionales de la salud mental. "Me sentí muy vulnerable y expuesta", dijo. Sin embargo, después de un tiempo, decidió darle otra oportunidad a la terapia y ahora está trabajando en su bienestar emocional.
La importancia de la confianza en la terapia es fundamental, y la experiencia de Khloé Kardashian es un recordatorio de la responsabilidad que tienen los profesionales de la salud mental para mantener la confidencialidad y el respeto por sus pacientes. La terapia puede ser un proceso poderoso para el crecimiento personal, pero es esencial encontrar a alguien en quien se pueda confiar.