En ese entonces, Wilde interpretaba al personaje de Remy "Thirteen" Hadley, una médica que se convirtió en una de las favoritas del equipo de Gregory House. Sin embargo, cuando su personaje comenzó a desarrollar una relación romántica con un médico afroamericano, interpretado por el actor David Oyelowo, la reacción de algunos fanáticos fue de indignación y odio.
Según fuentes cercanas a la actriz, Wilde recibió amenazas de muerte y requirió de seguridad adicional en el set de grabación. "Fue un momento muy difícil para mí", recuerda Wilde en una entrevista. "No podía creer que la gente pudiera ser tan cruel y despiadada solo porque mi personaje estaba saliendo con alguien de una raza diferente".
La situación se volvió tan grave que el equipo de producción de la serie tuvo que tomar medidas para proteger a la actriz. "Nosotros tomamos muy en serio la seguridad de nuestros actores y no íbamos a permitir que nadie pusiera en riesgo la vida de Olivia", dijo un portavoz de la serie en ese momento.
A pesar de la adversidad, Wilde no se dejó intimidar y continuó interpretando su papel con profesionalismo y dedicación. Su actuación en la serie le valió el reconocimiento de la crítica y el público, y sentó las bases para su posterior éxito en la industria del cine.
En retrospectiva, el caso de Olivia Wilde es un recordatorio de la importancia de la tolerancia y la aceptación en la sociedad. "La discriminación y el odio no tienen lugar en nuestra industria ni en nuestra sociedad", dijo Wilde en una entrevista. "Es importante que sigamos trabajando para crear un entorno más inclusivo y respetuoso para todos".