En el corazón de este proyecto se encuentra Paola Ramones, la hija del reconocido conductor Adal Ramones, quien se atreve a llevar a la pantalla grande la experiencia del secuestro que sufrió su padre en 1998. No es solo un documental, sino un cortometraje cargado de emoción y significado personal.
“Estamos contando esta historia con mucho cuidado y de la mano de mi papá. Él me dijo: 'No confío en nadie más que en ti para contarla' y eso, para mí, es un honor y una gran responsabilidad,” revela Paola, quien asume el rol de directora y productora. La complejidad del proyecto reside en la delicada tarea de representar a su padre no solo como una figura pública, sino como el hombre que es para ella. “Lo estoy tratando con todo el respeto y amor que merece. Ha sido complicado verlo como un personaje, porque no es solo un personaje… ¡es mi papá!”
El secuestro, acontecido en la Ciudad de México, duró una semana. Adal Ramones estuvo confinado en un pequeño clóset, con las manos y pies atados, alimentado con sándwiches y refrescos. La negociación del rescate involucró a figuras relevantes como Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y Pepe Bastón, junto con el apoyo crucial de un equipo antisecuestro. “No me importaba morir,” confesó Adal en una entrevista con Yordi Rosado, recordando la intensidad de la situación.
Finalmente, fue abandonado en San Juanico, Tlalnepantla, donde un vendedor de jugos le brindó ayuda para contactar a sus seres queridos. Este evento, sin embargo, dejó una huella imborrable, no solo en Adal, sino en toda su familia. Paola busca plasmar en su cortometraje el impacto del secuestro, no solo en la víctima directa, sino en el círculo cercano, en el tejido familiar.
Para Paola, este proyecto es más que una película; es un proceso de sanación y comprensión familiar. Es una forma de honrar la valentía de su padre y de explorar las secuelas emocionales que dejaron esos días de incertidumbre y miedo. La trama promete no sólo un relato cautivador, sino una ventana a la complejidad del trauma y la resiliencia humana.