Entre esos nombres, hay uno que recientemente nos dejó una profunda huella.
La familia de Bob “Slim” Dunlap, reconocido guitarrista de The Replacements, confirmó su fallecimiento el miércoles a sus 73 años. La noticia, publicada por el Minnesota Star Tribune, describió el momento de su partida como pacífico: “Bob falleció en casa hoy a las 12:48 p.m. rodeado de su familia. Le pusimos su CD 'Live at the Turf Club (’Thank You Dancers!)', y nos dejó poco después de escuchar su versión de 'Hillbilly Heaven' — bastante conmovedor.”
El comunicado también aclaró que se trató de un "deterioro natural durante la última semana, debido a complicaciones de su derrame cerebral." Dunlap sufrió un derrame cerebral en 2012 que lo dejó incapacitado. En una entrevista con Perfect Sound Forever en 2023, su esposa, Chrissie, compartió: “Está paralizado y solo puede mover la cabeza. Nunca volverá a tocar. A pesar de su discapacidad y dolor, mantiene un buen ánimo. Ha sido hospitalizado más de cien veces, y mientras esté en casa conmigo, se siente bastante bien.”
Nacido y criado en Minnesota, Dunlap comenzó a tocar la guitarra alrededor de los diez años. En 1987, se unió a The Replacements después de la salida de Bob Stinson. Junto a Paul Westerberg, Tommy Stinson y Chris Mars, participó en los dos últimos álbumes de la banda: “Don’t Tell a Soul” (1989) y “All Shook Down” (1990). El apodo "Slim" fue una sugerencia de Westerberg para evitar confusiones con el Bob al que reemplazó.
Tras la separación de la banda en 1991, Dunlap lanzó dos álbumes solistas: "The Old New Me" (1993) y "Times Like This" (1996). Aunque no participó en la gira de reunión de The Replacements en 2014 debido a su condición, Westerberg afirmó que Dunlap les dio su bendición para continuar. En 2013, la banda organizó una recaudación de fondos para ayudar a cubrir sus gastos médicos.
En esa última entrevista con Perfect Sound Forever, Dunlap reflexionó sobre su tiempo con The Replacements: “Nadie podía reemplazar a Bob. Aprendí sus partes, pero lo hice a mi manera. Fue emocionante y deprimente a la vez, una montaña rusa. Cumplió muchos de mis sueños y me abrió puertas. Estoy increíblemente agradecido a Paul, Tommy y Chris por darme la oportunidad.” Le sobreviven su esposa, tres hijos, incluyendo su hija Emily Boigenzahn, también músico, y dos nietos.