El pasado 19 de diciembre, la apertura del testamento de la legendaria Silvia Pinal acaparó la atención de los medios y el público. El interés se centraba, en gran parte, en la participación –o ausencia– de su nieta, Frida Sofía, quien ha mantenido una relación públicamente compleja con su familia.
Mientras los herederos principales, Luis Enrique Guzmán, Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, recibían la mayor parte del legado, incluyendo bienes inmuebles como la casa de Acapulco y propiedades en Tequesquitengo, los detalles sobre la distribución del resto del patrimonio se mantuvieron inicialmente bajo reserva.
Fuentes cercanas a María Luisa Valdés Doria, directora de espectáculos de Multimedios, revelaron que el testamento de la diva incluía también una asignación económica para sus nietas: Frida Sofía, Stephanie Salas, Schersa Guzmán y Giordana Guzmán, además de sus bisnietas, Michelle Salas y Camila. La cifra exacta se mantuvo confidencial.
Pero la verdadera noticia no estuvo en los números, sino en la reacción de Frida Sofía. A su ausencia en la lectura del testamento, siguió una publicación en redes sociales que se volvió viral. En un audio, Frida expresaba: "Me llamaron orgullosa cuando dije que no quería ir a una reunión con gente hipócrita, me dijeron egoísta cuando empecé a pensar en mí. Murmuran diciendo que estoy loca. Cuando me quedé en casa, aprendí que mi tiempo es valioso y hermoso. No tengo que compartirlo por obligación con nadie. Si no me hace feliz, ya no lo quiero y ya no lo hago. Si les molesta mi existencia, que me ignoren, que se quiten del camino, porque yo voy de frente."
El mensaje, directo y sin rodeos, resonó entre sus seguidores. Muchos interpretaron sus palabras como una crítica velada a la dinámica familiar y a su distanciamiento con algunos de sus parientes. Su decisión de priorizar su bienestar personal, frente a las expectativas sociales, se convirtió en un tema de debate.
El apoyo de su padre, Pablo Moctezuma, y su madrastra, Beatriz Pasquel, ha sido un elemento clave en la vida de Frida Sofía en los últimos años. Su relación con ellos, a diferencia de la que mantiene con parte de la familia Pinal, parece ser sólida y estable.