El bienestar animal, un asunto que trasciende las fronteras de lo virtual y se convierte en un debate público.
El nombre de Yeri Mua, influencer veracruzana conocida por su personalidad extrovertida y a menudo controvertida, se encuentra en el ojo del huracán. La polémica surgió a raíz de publicaciones en sus historias de Instagram, donde describió la situación de uno de sus gatos, Gin, que aparentemente no podía levantarse y se encontraba recostado en su propia orina.
La influencer explicó la dificultad para encontrar un veterinario en esas fechas, una afirmación que generó una ola de críticas. Muchos internautas destacaron que, dada su influencia y recursos económicos, encontrar atención veterinaria urgente no debería ser un problema. Las opiniones se dividieron rápidamente entre quienes la apoyaban y quienes la acusaban de negligencia.
“Con su dinero e influencias no le sería complicado encontrar un profesional que atienda a su mascota”, se leía en numerosos comentarios. La falta de acceso a atención veterinaria inmediata se convirtió en el centro de la discusión, eclipsando, al menos por el momento, otros aspectos de la situación.
Posteriormente, Yeri Mua compartió una actualización sobre el estado de salud de Gin, atribuyendo el problema a las croquetas que consumía. “Mi Gin está bien, sigue con el doctor porque le pusieron su sonda para que pudiera hacer pipí, me dijeron que se le generó el problema por las croquetas”, explicó. Esta versión, sin embargo, no logró calmar completamente las aguas.
La controversia escaló rápidamente. En la plataforma X (anteriormente Twitter), el hashtag #YeriMua se convirtió en tendencia, con una avalancha de comentarios que cuestionaban su comportamiento:
- “Le deberían prohibir tener animales.”
- “Sus gatos le huyen y siempre que está en casa se enferman.”
- “¿Quién puede estar tan enfermo para dejar que su gato se haga pipí encima y no limpiarlo?”