Capi Pérez, el popular conductor de Venga la Alegría y ex ganador de LOL: México, recientemente habló abiertamente sobre un aspecto menos glamuroso de su ascenso a la fama en una entrevista con El Escorpión Dorado. La conversación, lejos de ser una simple anécdota, revela una situación común entre celebridades: el cambio en las dinámicas con amigos cercanos a raíz del éxito.
El comediante, originario de Aguascalientes, reconoció la dificultad de mantener el mismo nivel de conexión con sus amigos de la infancia. “Quiero pedir una disculpa porque no he sido el mejor amigo que he podido ser para mis amigos de Aguascalientes; soy una basura. He podido ser buen amigo y he decidido no hacerlo. No tengo tiempo,” confesó con honestidad. Esta dificultad, aparentemente relacionada con su apretada agenda, parece haber creado un terreno fértil para otras situaciones.
La revelación más sorprendente llegó después: la acumulación de deudas por préstamos a algunos amigos que, según él, asciende a más de 30,000 pesos. Capi explicó que la situación se complicó con solicitudes de dinero con las justificaciones más diversas. “Me han pedido lana y aprovecho para decirles que ya no me deben lana, quédense con el dinero que les he prestado. He prestado como 30 y tantos mil varos. Te sigo queriendo, pero no quiero que haya dinero entre nosotros,” declaró.
Un ejemplo puntual fue una petición de dinero ante la supuesta enfermedad de un familiar. “Me pidieron que porque se iba a morir su mamá. Ya piden para cualquier cosa,” comentó Capi, mostrando su decepción pero también su decisión de establecer un límite claro. No se trata de rencor, sino de una medida para proteger sus relaciones y evitar que el dinero las afecte.
A pesar de la situación, la entrevista deja claro el aprecio de Capi por sus amistades. El mensaje final es contundente: prioriza la amistad por encima del dinero, pero necesita establecer límites para preservar la esencia de esas relaciones.