Una historia tejida con hilos de elegancia, talento y una herencia familiar que resuena en cada pasarela.
Leni Klum, el nombre que resonará por años en la industria, no llegó sola. Hija de la supermodelo Heidi Klum y el empresario Flavio Briatore, su nombre de nacimiento, Leni Olumi Samuel, es solo una pieza de un puzzle familiar complejo y fascinante. Aclarando los rumores sobre un nombre diferente, Helene Boshoven Samuel, la propia Leni y su madre desmintieron estas especulaciones en una entrevista de 2020.
Adoptada por el cantante Seal, Leni creció rodeada de una familia numerosa. Tiene tres medio hermanos: Henry, Johan y Falco, además de una media hermana, Lou. Esta dinámica familiar, con sus matices y complejidades, ha contribuido a la personalidad y fuerza que la caracterizan.
Pero la influencia familiar trasciende la cantidad de hermanos. Su abuela materna, Erna Klum, estilista, y su abuelo, Günther Klum, ejecutivo en una empresa cosmética, han sembrado la semilla del estilo y la estética en su ADN. Una herencia que se refleja en su innata elegancia y capacidad para desenvolverse en el mundo de la moda.
A los 16 años, Leni debutó con una aparición memorable en Vogue Alemania junto a su madre, fotografiadas por Chris Colls. Este no fue un simple lanzamiento; fue el anuncio de la llegada de una estrella. Rápidamente, su imagen apareció en portadas de Hunger, y en artículos dedicados de Vogue internacional, consolidando su presencia en la escena.
Su ascenso fue meteórico. Su debut en la pasarela durante la Semana de la Moda Digital de Berlín, en 2021, marcó un antes y un después. Portadas en publicaciones como USA Today, Corriere della Sera y Glamour (Alemania) se sumaron a su creciente lista de logros. Incluso incursionó en la televisión participando en Germany's Next Topmodel en ProSieben.
Más allá de su belleza, Leni domina el inglés, el alemán y la lengua de señas estadounidense. Una versatilidad que amplía sus horizontes. Actualmente, comparte la imagen de la firma italiana Intimissimi junto a su madre, proyectando una imagen de complicidad y elegancia.
Su trayectoria es un ejemplo de determinación y talento innato. Leni Klum no solo sigue los pasos de su madre, sino que está construyendo su propio legado, un legado que promete ser tan brillante como su sonrisa.