Este año, uno de esos nombres celebra un hito importante.
El 5 de enero de 1975, en Abington Township, Pensilvania, nacía Bradley Charles Cooper. Hijo de Gloria Campano, de ascendencia italiana, y Charles J. Cooper, corredor de Merrill Lynch, su infancia estuvo marcada por una mezcla de raíces italianas y la ética del trabajo duro. Una ética que, sin duda, moldeó su carrera. La pérdida de su padre en 2011, a causa de un cáncer de pulmón, dejó una huella imborrable, influyendo profundamente en su vida y obra.
Su formación académica incluye un grado en Literatura Inglesa por la Universidad de Georgetown (1997), lo que revela una pasión por la narrativa que se refleja en sus trabajos. Posteriormente, perfeccionó sus dotes interpretativas en el prestigioso Actors Studio Drama School de Nueva York, bajo la tutela de la actriz Elizabeth Kemp, quien tuvo una gran influencia en su desarrollo artístico. "Elizabeth me enseñó la importancia de la verdad en la actuación," se le atribuye haber dicho en alguna ocasión.
Su debut televisivo fue un pequeño papel en Sex & the City (1999), pero fue The Hangover la que lo catapultó a la fama internacional. Esta comedia le permitió mostrar su versatilidad, combinando humor con profundidad. Desde entonces, ha interpretado papeles complejos en películas aclamadas por la crítica, como Silver Linings Playbook y American Sniper.
Más allá de la actuación, Cooper ha demostrado su talento como director. Su película A Star Is Born, un proyecto profundamente personal, le valió nominaciones al Oscar y se convirtió en un homenaje a su mentora Elizabeth Kemp. Su último trabajo, Maestro, consolida su reputación como un cineasta comprometido con una narrativa visual y emocional potente.
Su vida personal, lejos de ser ajena a los focos, ha sido objeto de atención mediática. Su relación con la modelo rusa Irina Shayk, con quien tuvo una hija, Lea, es un ejemplo de ello. Actualmente, se le vincula sentimentalmente con la supermodelo Gigi Hadid.
Más allá de la imagen pública, existen datos menos conocidos sobre Cooper: su sueño infantil de ser ninja, su abstemia desde los 29 años, su fluidez en francés y su faceta como presentador en el programa Treks in a Wild World de Discovery Channel, explorando destinos como Alaska y Perú. Estos detalles revelan una personalidad compleja y multifacética.
A pesar de sus 12 nominaciones al Oscar y su notable éxito, la codiciada estatuilla dorada aún elude su colección. Este hecho, sin embargo, no empaña su trayectoria como uno de los artistas más respetados de su generación, reconocido tanto por su labor actoral como por su faceta como productor.
A sus 50 años, Bradley Cooper continúa desafiando las expectativas, demostrando que su legado está lejos de estar completo. Su pasión por la narración y su constante evolución prometen más capítulos en esta fascinante historia.