Recientemente, en una entrevista con Variety, el actor británico volvió a referirse a algunos de sus proyectos menos queridos. No se trata solo de arrepentimiento, sino de una profunda reflexión sobre su evolución como intérprete. El nombre que emerge como el más problemático para Grant es el de Nueve meses (1995), una comedia romántica que, a pesar de su éxito en taquilla, lo llena de vergüenza.
“Mi mujer quiere verla, pero se lo he prohibido,” confesó Grant entre risas, añadiendo que incluso ha implementado “controles parentales” en su sistema para evitar que su esposa, Anna Eberstein, acceda a la película. La razón de esta severa medida es su propia autocrítica implacable.
Dirigida por Chris Columbus, Nueve meses representó la incursión de Grant en Hollywood tras el fenomenal éxito de Cuatro bodas y un funeral. La película, un remake de la francesa Neuf mois, cuenta con un elenco de lujo que incluye a Julianne Moore, Jeff Goldblum y Robin Williams. Sin embargo, para Grant, el resultado fue un desastre. “Quiero enfatizar que todos los involucrados en esa película, excepto yo, fueron brillantes y talentosos. Fui yo quien la eché a perder,” declaró.
El actor atribuye su mal desempeño a la abrumadora presión de una producción de Hollywood de gran escala. En una conversación anterior con SAG-AFTRA, describió cómo “el salto de escala… me aterró. Intenté demasiado y olvidé lo básico de actuar: darle significado. Hice muecas y sobreactué grotescamente. Fue un desastre.”
Nueve meses no es la única película que Grant considera un fracaso. También mencionó ¿En qué piensan los Morgan? (2009) como un “fracaso total” que marcó el fin de su etapa en las comedias románticas. A pesar de estas experiencias, Grant reconoce sus logros en el género, destacando las películas escritas por Richard Curtis (Notting Hill, Love Actually, Cuatro bodas y un funeral) y las dirigidas por Marc Lawrence (Una propuesta indecente, Música y letras).
En la actualidad, Hugh Grant ha abrazado nuevos desafíos, incursionando en géneros como el thriller con películas como Hereje (2024). Como él mismo lo dijo a PEOPLE: “Los buenos son difíciles de interpretar. Casi cualquier actor prefiere ser el dañado, el malo. Es mucho más interesante.” Una nueva etapa, una nueva perspectiva, un nuevo Hugh Grant.