Aspectos como la sucesión y las tensiones internas son temas cruciales que requieren una cuidadosa gestión.
Recientemente, expertos reales han analizado la dinámica familiar, destacando un rol fundamental de la Princesa Catalina. Helena Chard, fotógrafa y comentarista real, expresó en Fox News su visión sobre la estrecha relación entre Catalina y el Rey Carlos III: “El Rey Carlos siente un gran afecto y orgullo por su nuera. Creo que es uno de sus mayores admiradores. Comparten pasiones similares, y él reconoce su increíble impacto, empatía y resiliencia. Ella está enfocada en soluciones y es, sin duda, el pegamento entre el Príncipe Guillermo y el Rey Carlos III.”
Esta perspectiva coincide con la del autor real Robert Jobson, quien en su libro "Catalina, la Princesa de Gales", describe una discusión entre el Rey y el Príncipe Guillermo sobre el uso de helicópteros para los traslados familiares. Según Jobson, Carlos expresó "preocupaciones" sobre la seguridad, provocando un intercambio acalorado. Sin embargo, Jobson también subraya el papel conciliador de Catalina: “Ella siempre intenta ver ambos lados de cualquier disputa. Es la emocionalmente madura de los dos”, afirma una fuente cercana a la familia real citada en el libro.
Otro autor real, Christopher Andersen, describió a Catalina para Fox News como “una mujer con carácter fuerte y realista”. Andersen destaca el fortalecimiento de la relación entre Catalina y Carlos tras compartir experiencias con el cáncer, culminando con la distinción de Catalina como Compaňera Real de Honor. Además, Andersen aclara un punto importante: "El Rey Carlos no está dando consejos a Catalina sobre cómo ser futura reina. Eso daría oxígeno a la idea de que podría no estar mucho tiempo más, y Carlos III tiene la intención de permanecer en el trono por años."
En el contexto del tratamiento contra el cáncer del Rey, se rumorea que Guillermo está asumiendo más responsabilidades, incluyendo decisiones cruciales sobre el futuro de la monarquía. Entre estas, se menciona la decisión de declarar personae non gratae al Príncipe Harry y Meghan Markle, y al Príncipe Andrés. La influencia de la Princesa Catalina, aunque discreta, parece ser considerable en la navegación de las complejidades de la sucesión y las tensiones internas de la familia real.
La imagen pública de la Princesa de Gales, a pesar de su discreción, refleja un impacto significativo en la dinámica familiar. Su papel como mediadora y figura estabilizadora, en medio de las tensiones y los desafíos, es un elemento clave a considerar en el análisis de la monarquía británica.