El foco de atención ahora se centra en su flamante hogar en Los Ángeles, una propiedad a orillas de la Pacific Coast Highway, cerca de Pacific Palisades. Una casa a la que apenas lleva un mes mudada y que ahora se encuentra amenazada por los devastadores incendios que azotan la zona.
Stodden, conocida por su participación en diversos realities y por su pasado mediático, compartió a través de DailyMail.com su angustia ante la situación. Sus palabras, cargadas de emoción, pintan un cuadro de incertidumbre y miedo: “He estado despierta toda la noche con las posibles amenazas de evacuación y el aire lleno de humo. Ha sido demasiado... Hemos decidido quedarnos y estamos bien, pero la calidad del aire me está matando. ¡El humo me llena los pulmones, estoy tosiendo, mis ojos se llenan de lágrimas!... mi antigua casa está reducida a cenizas. Veo el brillo de los incendios desde mi nuevo hogar, a salvo, pero lista para la evacuación. Me parte el corazón ver afectados a los animales y a la vida silvestre. Somos la ciudad de los ángeles. Recemos”.
La situación es crítica. Los incendios, que han cobrado ya cinco vidas y arrasado comunidades enteras, han dejado un rastro de destrucción que se puede apreciar incluso desde imágenes satelitales. Según Maxar Technologies, cientos de hogares en Altadena y Malibu han quedado reducidos a escombros. La magnitud del desastre es inmensa.
Este acontecimiento llega en un momento crucial para Stodden, quien recientemente celebró una boda íntima y sorpresiva con el productor cinematográfico Jared Safier en noviembre, en el hotel Casa de Monte Vista de Palm Springs. La ceremonia, con solo 20 invitados, se caracterizó por la sencillez y la espontaneidad, en consonancia con la personalidad de la actriz. Stodden lució un vestido vintage de $60,000 dólares y un anillo de compromiso heredado de su padre.
Su matrimonio con Safier, luego de un noviazgo que comenzó en el set de una película, representa un nuevo capítulo en la vida de Stodden, un capítulo que, irónicamente, se ve ahora ensombrecido por la amenaza de perder su nuevo hogar. La situación, sin duda, añade una capa adicional de complejidad a una vida ya de por sí llena de altibajos.
Entre las preocupaciones de Stodden se encuentra la seguridad de sus mascotas. La cercanía del fuego a su propiedad la mantiene en alerta máxima, lista para evacuar con sus animales en cualquier momento. La incertidumbre permanece, y sólo el tiempo dirá cuál será el destino final de su casa y el impacto total de esta catástrofe.