El nombre de Loni Willison, antes sinónimo de belleza y éxito como modelo de fitness, ahora evoca una imagen muy diferente. Hace quince años, su vida era una postal perfecta: alfombras rojas, portadas de revistas como Glam Fit y Flavour Magazine, y un romance de ensueño con Jeremy Jackson, el recordado Hobie Buchannon de Baywatch. Se casaron en 2012, una boda digna de cuento de hadas, en Laguna Beach, California. Parecían la pareja ideal, la "Barbie y el Ken" de Hollywood.
Pero esa imagen idílica se derrumbó. En 2014, dos años después de su boda, la historia dio un giro brutal. La policía intervino en su mansión tras una acusación de violencia doméstica por parte de Loni contra Jeremy. Según reportes de la época, como el del Daily Mail, ella alegó que Jackson la había estrangulado y le había provocado fracturas costales. Aunque Loni no presentó cargos formalmente, el divorcio fue inevitable, y su vida tomó un camino inesperado.
Su descenso comenzó con una serie de eventos devastadores: el fin de su matrimonio, marcado por la violencia; la pérdida de su empleo como asistente en un centro de cirugía estética en 2016; y la posterior incapacidad de pagar su departamento en West Hollywood. A esto se sumaron problemas de salud mental y el consumo de alcohol y drogas, una espiral descendente difícil de detener. "Mi salud mental estaba tan deteriorada que necesité dos meses para recuperarme," declaró Loni en algún momento.
Desde 2018, Loni se encuentra en situación de calle en Los Ángeles. Seis años de exclusión social, una lucha constante contra la adversidad y la invisibilidad. La situación es compleja; no está claro si las adicciones fueron la causa o consecuencia de su enfermedad mental, o si la declaración de haber sido electrocutada en su casa (una afirmación que ella misma hizo) está relacionada con todo esto.
A pesar de los intentos de familiares y amigos por ayudarla, Loni ha rechazado la asistencia. En una entrevista de 2020, declaró: “No quiero que nadie me ayude. Estoy bien. Tengo todo lo que necesito.” Sin embargo, su apariencia física contradice sus palabras, mostrando el deterioro causado por la dura vida en las calles.
Mientras tanto, Jeremy Jackson intenta reconstruir su vida, lidiando con sus propios demonios. Su pasado, marcado por el abuso de sustancias desde su época en Baywatch, según lo confesó él mismo en una docuserie de 2024, After Baywatch: Moment in the Sun, incluye un periodo en prisión y varios intentos fallidos de rehabilitación. Actualmente, trabaja como entrenador personal, buscando un cambio positivo.
Las historias de Loni y Jeremy ilustran un patrón preocupante en Hollywood: la rápida ascensión a la fama y la igualmente rápida caída en desgracia, un ciclo que ha afectado a otras figuras a lo largo de la historia, como Bobby Driscoll, el niño prodigio de los años cincuenta, o Margot Kidder, la icónica Lois Lane.